La Federación Hotelera de Eivissa y Formentera (Fehif) y Fomento del Turismo han presentado alegaciones al anteproyecto de turismo sostenible que presentó el Govern y que salió publicado el pasado 19 de noviembre en el BOIB. El Consell d'Eivissa también han presentado alegaciones, que explicarán hoy en el Consell Executiu.

La patronal hotelera pitiusa y Fomento exigen que se retire el impuesto y reiteran que no lo pagarán todos los establecimientos como dice el Govern (incluidos los pisos que se alquilan a turistas y que el Govern dice que regularizará) sino los hoteles, apartamentos turísticos y viviendas turísticas vacacionales, es decir, la oferta turística de alojamiento reglada en la actualidad.

Uno de los principales argumentos que defienden los hoteleros pitiusos es que Eivissa y Formentera aportarán más al impuesto que Mallorca y Menorca debido a la dependencia del turismo en la economía pitiusa. En otras palabras, prácticamente la totalidad del PIB de las Pitiüses es turístico: «Consideramos que el impuesto será más gravoso y perjudicial para Eivissa y Formentera que para el resto de islas, ya que un porcentaje muy elevado del PIB pitiuso depende del turismo; tenemos más dependencia del turismo que Mallorca y Menorca, que tienen otras industrias. Esto quiere decir que, proporcionalmente, Eivissa y Formentera aportarán más al impuesto que Mallorca y Menorca», explicó Manuel Sendino, gerente de la Fehif, quien destacó que «no nos creemos que el impuesto lo vayan a pagar todos los establecimientos, tal y como defienden».

En este sentido, la patronal hotelera pitiusa, que ya hizo público el mes pasado que habían «perdido la confianza en la nueva conselleria» y que se desmarcaban de ella, considera que Turisme y el Govern han hecho «oídos sordos» a las sugerencias de los hoteleros: «No se ha hecho casi ningún caso a lo que proponíamos; hay falta de consenso y sentimos que las reuniones que se han mantenido sobre este tema no han servido para nada» y señalan, además, que el hecho de que el Govern quiera aplicarla la temporada que viene supone una «falta de consideración a todo el trabajo que ya estaba hecho para 2016 en cuanto a contratos y que se tendrá que rehacer».

No todos

En esta misma línea se expresa la entidad Fomento del Turismo, que en sus alegaciones destaca que el hecho de que se aplique la temporada que viene implicará que los empresarios tendrán que abonar el impuesto ya que «los contratos dice expresamente que el precio contratado es el final, incluyendo todo tipo de tasas e impuestos, por lo que los empresarios deberán abonar el impuesto cargándolo directamente a su cuenta de explotación».

Además recuerdan que habrá una «parcialidad de la recaudación y penalización al sector de alojamiento reglado». «El cobro solo en establecimientos de alojamiento reglado deja fuera de la recaudación a un elevado número de visitantes, que no eligen esta modalidad de alojamiento y que es la que genera un volumen de visitantes incontrolados y que somete al territorio a una sobreutilización altamente estacional», se extrae de las alegaciones presentadas por Fomento. La patronal muestra su disconformidad también con el «modelo de caja única del impuesto y del reparto por territorios» y defienden que el reparto por proyectos «será inevitablemente injusto con las islas menores, pues no tiene en cuenta el volumen recaudado por destinos, la dependencia turística de los destinos y madurez de la oferta o la estacionalidad que sufre cada destino».