Depósito de agua en el municipio de Sant Josep de sa Talaia.

Las reservas hídricas de Eivissa se recuperan lentamente después de un verano en el que llegaron a estar a un cuarto de su capacidad. Sin embargo, las precipitaciones durante el inicio de otoño y el final de la temporada turística han permitido que los acuíferos de la isla se tomen un respiro y alcancen el 56% de su volumen a finales del mes de noviembre, según los datos publicados en la web de la Direcció General de Recursos Hídrics de la Conselleria de Medi Ambient.

Esta cifra supone un aumento insignificante en relación al mes de octubre, cuando las reservas se encontraban al 53%, pero sí es significativo respecto a noviembre de 2014, cuando los acuíferos estaban al 48% de su capacidad.

Por zonas, la masa de agua subterránea del Pla de Sant Antoni es la que se encuentra en un mejor estado ya que está al 75%, una porcentaje que se mantiene estable mes a mes. En cambio, el acuífero de Sant Agustí es el que peor balance presenta al estar al 33% de su capacidad, diez puntos porcentuales más que en noviembre de 2014. Y eso a pesar de que Recursos Hídrics ha añadido un nuevo pozo de referencia para su cálculo.

Los resultados en las otras masas subterráneas son los siguientes: Cala Llonga está al 41%, Roca Llisa al 40%, la de es Canar al 52% y la de Jesús al 70%.

Los acuíferos de la isla de Formentera se encuentran al 75% de su capacidad, dos puntos porcentuales menos que en el mes de octubre y once menos que en noviembre de 2014, cuando las reservas hídricas de la menora de las Pitiüses eran del 86%. Un porcentaje que ha ido menguando con el paso de los meses.