La operación podía durar dos o tres minutos sin crear ningún sobresalto circulatorio ni perjudicar a ningún otro conductor. Esto ocurría más o menos con fluidez hasta hace unas semanas. Es cierto que algunos automovilistas se paraban en medio del carril en lugar de aparcar en el aparcamiento lateral y podían provocar un cierto colapso, pero la situación era más o menos llevadera. Lo saben todos aquellos que tienen que acudir con frecuencia al aeropuerto de Eivissa. No se producían grandes colapsos, si bien algunos aprovechaban para salir, sacar las maletas, y despedirse más de la cuenta de los pasajeros.
Ahora la situación ha empeorado. Los automovilistas pueden seguir haciendo lo mismo -aparcar unos minutos- pero con limitaciones. Lo pilones que han puesto obligan a que haya mucha fluidez, que nadie se quede más de dos o tres minutos, y por supuesto que ningún propietario de coche lo aparque allí y se vaya hasta la terminal para ayudar al pasajero a sacar la tarjeta de embarque o, incluso, para tomar un refresco o ir al lavabo. El cartel deja muy claro que no se puede aparcar más de 4 minutos y que, obligatoriamente, hay que estar en el vehículo, pero al final siempre hay conductores que están dispuestos a jugarse la multa.
Ahora el problema es que algunos automovilistas colapsan el carril de la derecha y queda mucho espacio libre para vehículos, pero como hay una entrada y una salida, el acceso es imposible. El pequeño problema que había hasta ahora se ha agravado considerablemente. Los usuarios del aeropuerto, de forma muy mayoritaria, no cumplen las normas, que seguramente se pusieron para conseguir más clientes en el aparcamiento de pago del aeropuerto. Como suele ocurrir en muchas ocasiones, las administraciones (y Aena depende del Ministerio de Fomento) en lugar de resolver un problema al ciudadano crean dificultades allí donde no las había. Es lo que ha ocurrido en el aeropuerto de Eivissa. Quizás el concesionario del parking haya notado un pequeño incremento en la caja diaria, pero los usuarios habituales, lo que viajan al menos una vez a la sermana, no entienden que no pueda utilizarse, al menos unos minutos, un espacio disponible para dejar o recoger pasajeros, un lugar que ahora o está colapsado o, por el contrario, se encuentra libre porque los vehículos aparcan al principio o al final y los pilones impiden el acceso al carril.
La situación es más complicada en estos meses de verano cuando la actividad en el aeropuerto se dispara y en apenas un fin de semana llegan a pasar por es Codolar unas 100.000 personas. Evidentemente, el experimento ha fracasado.
3 comentarios
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Normalmente los ciudadanos que vamos al aeropuerto a llevar o recoger pasajeros/as somos de la isla, y el director del mismo esta empeñado en putearnos cada vez que toma una decisión para mejorar, supuestamente, a la concesionaria del aparcamiento de pago, por que a los habitantes de Eivissa cada vez nos lo pone mas difícil: había dos carriles puso un bar en todo el medio ahora pone barrotes, lo siguiente que será dejarnos entrar solo hasta la entrada al aparcamiento de pago. Esperando ansioso a que lleguen las elecciones para cambiar el gobierno y que los que entren nos den un respiro a los ibicencos y formentereses en el aeropuerto que por cierto es uno de los dos sistemas que hay para salir de las islas.
Pues eso, cualquiera con dos dedos de frente no hubiera puesto esos pilones que permiten entrar por un lado y salir por otro... Ni siquiera imaginando que todo el mundo fuera usuario ejemplar y estuviera sólo el tiempo permitido. A quién se le ocurrió semejante aberración sabiendo que aquí particularmente todo el mundo hace lo que le da la gana? Si quieren solucionar el tema pongan otra vez los 20 minutos gratis en el parking y verán como se arregla.
Cuando ante cualquier problema la solucion dada solo persigue la solucion del problema, nunca habra solucion si no se encuentra identificado el problema base, pues puede se confunda el mismo y al intentar solucionarlo disfrazando un problema con otro solo se logre incrementar el caos.