En concreto, las zonas elegidas para realizar estos trabajos han sido tres de los puntos considerados como prioritarios en el Plan de ejecución en urbanizaciones, playas, núcleos urbanos y otras zonas de interés con un elevado riesgo de incendio.
Así, en Sant Miquel se ha actuado en 1,76 hectáreas; en Cala Carbó, en 1,21 y en Cala Mastella, en 0,20 hectáreas.
Los trabajos han tenido un coste de 17.900 euros, sufragados por el Consell. Han tenido una duración de dos meses y la empresa adjudicataria ha destinado ocho personas a estas labores.
Serra ha explicado que, según este Plan, se han considerado como prioritarias las zonas de transición urbana-forestal, tanto por el riesgo de propagación de los incendios hacia lugares poblados, como por el riesgo de que se inicien fuegos en los caminos y carreteras hacia estas áreas.
Las actuaciones han consistido en la limpieza de la vegetación y poda de árboles. Esta acción se han llevado a cabo en franjas de 25 metros, con diferente intensidad, para minimizar el riesgo de propagación de incendios. Se prevé que esta actuación tenga una vigencia de 5 años.
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