El primer aviso se produjo en torno a las 11,15 horas y en él se alertó de que un avión de tamaño medio se había precipitado en las inmediaciones del aeródromo pitiuso y dentro del agua al haber sufrido, supuestamente, un problema en ambos motores al despegar.
Inmediatamente, la torre de control del aeropuerto informó del suceso al Centro de Coordinación Aeroportuaria (Cecoa) y al Servicio de Salvamento y Extinción de Incendios quienes acudieron hasta el lugar donde presumiblemente se había producido un pequeño incendio. Al mismo tiempo, el puesto de mando principal, que estaba en manos del Cecoa, activó los procedimientos de emergencia para estos casos y el resto de acciones previstas en el Plan de Autoprotección.
En este sentido, lo primero que se hizo fue llamar al 112 cuyas dos ambulancias, tardaron más de veinte minutos en personarse en el lugar del suceso, mientras que los bomberos y los agentes de la agencia de seguridad privada, también de forma relajada, tenían que atender y trasladar a dos de los heridos de la playa, una de ellas inconsciente y otra en muy mal estado tras haber llegado a la orilla con su chaleco salvavidas del avión agarrada a un tablón.
Cuatro fallecidos
Tras ello fueron apareciendo las embarcaciones de Vigilancia Aduanera, Salvamento Marítimo y los Geas, y el helicóptero del Servicio Aéreo de Rescate para ver si quedaban supervivientes en el mar y proceder a su rescate. Desgraciadamente, cuatro de los supuestos miembros de la tripulación habían fallecido y no se pudo hacer nada por ellos, así que los miembros de los GEAS y los agentes de aduanas, tras rescatar los cuerpos del mar llevaron a uno de ellos a la playa de Es Codolar y a otro al puerto de Eivissa. Igualmente, el helicóptero hizo lo propio con uno de los cadáveres izándolo desde el agua hasta el aparato.
En la orilla del mar y junto a las piedras, ya les esperaba un agente de la Policía Judicial para empezar a llevar a cabo todas las pruebas necesarias para identificar al cuerpo del fallecido rescatado por los GEAS, el forense, que analizó el cadáver, y finalmente la Juez de Guardia, a la que avisaron de improviso y que únicamente pudo limitarse a proceder al levantamiento del cadáver.
Mientras todo esto sucedía junto al mar, los bomberos se afanaban por sofocar el pequeño incendio que se había producido cerca de la valla protectora del aeropuerto a causa de la caída de parte del avión accidentado. Algo que hicieron sin ningún tipo de problemas, dándose por terminado el simulacro en algo más de una hora.
Objetivos del simulacro
Según informó AENA la intención de esta acción, enmarcada dentro del Plan Integral de Autoprotección, «es evaluar la capacidad de reacción entre los colectivos que intervienen en estas situaciones, así como la coordinación y respuesta entre las instituciones implicadas en la atención de una emergencia aeronáutica».
Por todo ello, y según la propia AENA su objetivo se centra en dos apartados, «por una parte, la protección de las personas y bienes materiales que puedan verse implicados en un accidente de esta magnitud, y por otra, en la mínima afectación a la operativa Aeroportuaria».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Periódico de Ibiza y Formentera
De momento no hay comentarios.