El espíritu más hippie de Eivissa inundó la zona VIP de Pacha con un colorido photocall en el que se podían leer las palabras emblemas de los años 60 y 70, y a las que esta fiesta hace referencia: paz y amor. El olor a incienso inundaba la sala mientras los numerosos medios esperaban la llegada de los personajes más relevantes del panorama ibicenco y español.
Los primeros en colocarse la pulsera que les convertía en VIP de Pacha fueron el productor musical Pino Sagliocco, con su esposa Lorena, y el artista internacional Lorenzo Quinn con su familia, quienes se fueron colocando en el photocall con las cinco modelos despampanantes que irían acompañando a todos los invitados para hacerse la foto. Empresarios como Manuel Colonques, presidente de Porcelanosa; Jonathan Andic, vicepresidente de la firma de moda española Mango; Carlos Tusquets, presidente de Banco Mediolanum; Stefano Saviotti, presidente de la cadena hotelera internacional Dom Pedro; Juan Palacios, presidente de Munreco; Javier Bordas, presidente del Grupo Costa Este; Daniel Busturia, presidente de United Laboratorios España; José Manuel Lorenzo, presidente de la productora Boomeran; el empresario Pedro Trapote; Eugenio Mora, expresidente de Burberry; Marc Ingla, exvicepresidente del FC Barcelona.
También pasaron por la improvisada pasarela algunos aristócratas y personalidades como la princesa Loretta Zu Sayn Wittgenstein, los Duques de Terranova, la Duquesa Sylvia Serra di Cassano, los cuatro hijos de Lord and Lady Cawdrey, Pablo Chiapella, actor de la conocida serie de televisión ‘La que se avecina', el arquitecto José Ribas, las diseñadoras Alberta Ferreti y Charo Ruiz, o la modelo ibicenca Ana Vide, quién declaró que le encanta la Flower Power, por su música bailable y divertida. Tampoco faltaron a esta cita los fieles a Eivissa como Marc Ostarcevic o Massiel, que acudió con su inseparable perrita yorshire a la que no paró de hacerle carantoñas. La cantante puso el toque divertido cuando, mientras posaba para la prensa, se le cayó la pulsera y repitió divertida las palabras que un día pronunciará Lola Flores: «Perdón, pero se me ha caído un pendiente. Bueno, ustedes me lo vais a devolver porque mi trabajito me costó». La mayoría de los invitados acudieron a la velada acompañados de sus respectivas familias ya que según su anfitrión, Carlos Martorell, «la Flower Power de Pacha es la fiesta más democrática de Eivissa».
3 comentarios
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señor Martorell, con todos mis respetos, esta fiesta que Usted organiza ya huele a geriátrico. Creo que es hora de acabar con ella porque el aspecto que tienen todos sus "ilustres invitados" da un poco de grima. Más que ha incienso, estoy segura que las discoteca olía a pis, por aquello de las incontinencias. Una retirada a tiempo es una victoria.
Bah, no estaba Belen Esteban... En todo caso esto ya es un atentado a la memoria de los hippies. Que pena la conversión de Ibiza a la cutrez del famoseo Marbelli...
Que suerte poder estar en la zona VIP, mientras el resto de mortales no podíamos ni movernos en un Pachá abarrotado hasta el punto de resultar peligroso. La gente se agolpaba en escaleras y junto a puertas de emergencia porque no había espacio, claramente habían superado el aforo. La fiesta Flower Power en sí es genial, pero pagar de 45-50 euros la entrada en preventa (60 en taquilla), 20 euros la copa, no poder ni moverse y recibir de regalo empujones y malas maneras continuas del servicio de seguridad tratando a la gente como auténtico ganado, no merece la pena.
¿Flower power? será money money.¿Hippie? será pijie.