Serra dijo que ya en el Consell d'Alcaldes, que originó el acuerdo para crear un decálogo de buenas prácticas de esta actividad, se barajó este extremo «por su peligrosidad», aunque finalmente se optó por «intentar regularizarla junto con los empresarios del sector» y así "minimizar la posible falta de seguridad".
A pesar de la dureza de su discurso, el presidente mostró cautela y manifestó la necesidad de esclarecer «las circunstancias que han concurrido para que se haya dado esta situación», para lo que señaló espera conocer los resultados de las investigaciones de la Guardia Civil, los resultados de la autopsia y, finalmente, dilucidar si la embarcación cumplía o no tanto la normativa vigente como el citado decálogo de buenas prácticas de los denominados ‘party boats'. Asimismo, Serra lamentó la muerte e incidió en la necesidad de atajar la "imagen de inseguridad y descontrol» que dan sucesos de este tipo «a una isla 100% turística".
1 comentario
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Estoy completamente de acuerdo con esta medida.: a perro muerto se acabo la rabia, en este caso el problema, y sino se prohíben los party-boats no va a ser el último que se ahogue.