Las patronales de empresarios de Formentera se han mostrado en «total desacuerdo» con la posibilidad de la reubicación de los tráficos marítimos con Eivissa porque, según critican, pone en peligro «la óptima conectividad marítima de las Pitiüses», de la cual depende «todo el futuro de los formenterenses, ya que es el vital motor que posibilita la posterior generación de actividad, no sólo a nivel económico, sino en absolutamente todos los ámbitos».

En una carta enviada al presidente de Autoritat Portuària, José María Urrutia, afirman que las propuestas de reubicación «pese a que supuestamente se sustentan en determinados criterios objetivos que buscan solventar determinadas problemáticas, generan colateralmente otras complicaciones y rémoras, al no tenerse en cuenta y valorarse otros parámetros muy notorios que no pueden obviarse para determinar la infalible viabilidad de dichas reubicaciones pretendidas». Todo esto surge tras el rechazo de Autoritat Portuària y de las instituciones de Eivissa de tener en consideración las opciones propuestas desde Formentera para la futura remodelación del puerto. Las alternativas lanzadas desde Formentera instaban a dejar las conexiones marítimas entre las Pitiüses en el mismo sitio que ahora aumentando la línea de atraque y cambiando de ubicación el Club Náutico Ibiza o bien ubicarlo todo en Es Martell con el fin de tener un único punto de referencia.

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