Sandra Mayans, a la llegada del pleno, ante la indiferencia del resto de compañeros.

Al último pleno extraordinario del Ayuntamiento de Vila, que se celebró ayer, no le faltó de nada. Desde el uso del derecho al voto personal de la que hasta ayer fuera concejala de Cultura y Fiestas, Sandra Mayans, ante la sorpresa de sus compañeros de equipo de gobierno, hasta la protesta de la Asociación Unió Pitiusa del Taxi por la aprobación del reglamento para la instalación de GPS en los vehículos.
Y así las cosas, Mayans optó por hacer uso del voto independientemente de la decisión tomada por el equipo de gobierno y abstenerse en todas los puntos llevados a la sesión plenaria. Y es que, antes de que se iniciase el pleno, la que formara parte de la Federació Socialista d'Eivissa (FSE) mostraba a los periodistas su carta, remitida a Ferraz el pasado lunes, para solicitar la baja como simpatizante y como militante. Además, aclaraba que no se le había reclamado el acta como concejala: «He venido al pleno como las últimas veces y por su parte [de Lurdes Costa] no me han comunicado que no forme parte del equipo de gobierno y yo, ahora, manifestaré mi voto», apuntó. Asimismo, también indicó que la petición de baja se remitió por fax «ya que en la sede del PSOE a la que me presenté por la mañana no tenían ningún sello que pudieran darme registro de entrada a dicho documento».


La última palabra
Pero las reacciones no se hicieron esperar y, una vez finalizado el pleno, la alcaldesa Lurdes Costa, acompañada del teniente de alcalde Santiago Pizarro, anunció que ya había dado orden para que se hicieran «los decretos que sean necesarios para destituirla de todos sus compromisos o de la confianza que, hasta ahora, habíamos depositado en ella». «No me queda otra que hacerlo. Pensaba que ella sería consecuente con sus actos de anteayer [por el lunes] y de ayer [por el martes] pero como veo que ella no es consecuente ni con sus actos ni con sus decisiones, las tendremos que tomar por ella», indicó Costa.
Por ello, apuntó que a pesar de estar en el tramo final de la legislatura, Santiago Pizarro se hará cargo del departamento de Fiestas mientras que la propia alcaldesa llevará el departamento de Cultura. Ante la cuestión de si habían hablado con Sandra Mayans durante estos días, después de las declaraciones vertidas en la TEF, la alcaldesa apuntó que no y fue más allá señalando que en ningún momento «se me ocurriría intentar convencerla de que vuelva al redil».
Costa se mostró sorprendida no sólo por la actuación de Mayans durante la sesión plenaria sino también por sus declaraciones: «Nunca hubiese soñado que dijera lo que dijo en la entrevista y nunca hubiese pensado que sus argumentos fuesen tan coincidentes con los del PP». Y es que, según la primera edil del Ayuntamiento de Vila «no había discrepado de las actuaciones ni de los proyectos que habíamos encabezado».
Por último, la alcaldesa señaló que en cuanto al futuro de Mayans «no sé dónde acabará pero tampoco me interesa porque tampoco es una persona que tenga una trascendencia que nos tenga que preocupar mucho», concluyó.

«Desencanto, desilusión y desconfianza en los procesos internos»

El escrito que ayer Mayans presentó ante los medios alegaba su baja como simpatizante y militante del PSOE por «el desencanto, desilusión y desconfianza en los procesos internos tanto en los congresos como en la elección de candidatos». Mayans señaló que todas las bajas llevan un proceso y aún no ha recibido respuesta de la formación. En cuanto al proceso de expulsión iniciado por la FSE, Mayans apuntó que no tiene «ni lógica ni sentido». Ante el hecho de darse de baja cinco días antes de las elecciones la hasta ahora concejala apuntó que después de las elecciones «ya no era, para mí, el momento».

Las «patatas calientes» del equipo de gobierno, según el PP

El pliego de condiciones de la nueva contrata de limpieza y recogida de residuos, el reglamento para la instalación de GPS en los taxis y el anteproyeto de construcción del nuevo complejo de aguas de Can Misses son «patatas calientes» del equipo de gobierno, según manifestaron diferentes concejales populares. Y es que el concejal Toni Prats, que solicitó la retirada del reglamento de GPS, instó a Joan Rubio a «dejar gobernar a los que vengan después, no dejen las cosas ligadas tres días antes de unas elecciones». «No quieran gobernar ahora para los próximos cuatro años», apuntó Prats. Y en el mismo sentido, se explicó el popular Alejandro Marí, que instó a dejar sobre la mesa la contrata del servicio de limpieza y recogida de residuos al apuntar que no es la «época más apropiada». Para Marí, el pliego de condiciones es «tremendamente restrictivo», ya que deja fuera la posibilidad de presentarse a empresas de Eivissa e, incluso, de Balears.
Por su parte, Rafa Triguero señaló que ha sido la «peor legislatura y el peor mandato» en materia de deportes. Asimismo, calificó el proyecto de aguas de Can Misses de ser «un capricho del PSOE-ExC».