La población balear crecerá en 68.714 personas hasta 2020, frente a las 258.752 de la última década

Recesión económica
Las proyecciones demográficas del Instituto Nacional de Estadística, que han sido corregidas recientemente, rebajan de esta forma las tasas de crecimiento demográfico en las Islas respecto de la última década, un periodo de bonanza económica marcado por los bajos tipos de interés, la burbuja inmobiliaria y el crecimiento de la inmigración.
Esta reducción en las previsiones de crecimiento está por tanto directamente ligada a la actual situación de recesión económica y las previsiones de recuperación de los próximos años, con crecimientos económico débiles para el comienzo del periodo.
Las previsiones del INE, no obstante, sitúan a Balears con una tasa de crecimiento de población que supera con mucho la prevista para el conjunto de España. En concreto, la entidad estima un crecimiento demográfico del 2,71 por ciento en el conjunto español en el total de la década, frente al 6,71 por ciento previsto en el caso de Balears.
En valores absolutos, las proyecciones del INE vaticinan un aumento promedio de 124.591 ciudadanos residentes en España cada año y de 5.871 habitantes nuevos en el caso del archipiélago balear.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística indican que en la presente década llegarán a las Islas un total de 156.676 ciudadanos extranjeros, mientras que saldrán de nuestra comunidad otros 112.404 individuos.
El saldo migratorio para el total del periodo 2010-2019, por tanto, se situará en 44.272 nuevos residentes en Balears, el 64 por ciento del crecimiento poblacional previsto para las Islas.

Las Islas deberán dotar de hogares y servicios a 5.871 nuevos residentes al año
Las proyecciones de población del Instituto Nacional de Estadística indican que las población balear crecerá en 5.871 residentes anuales hasta a lo largo de la presente década, los cuales requerirán de servicios y una parte de ellos de hogares.
Cabe destacar que las previsiones de crecimiento demográfico oficiales son observadas por algunas empresas promotoras o constructoras de las Islas, las cuáles concluyen que la demanda inmobiliaria se mantendrá o incrementará durante los próximos años.
Estas mismas empresas consideran no obstante que las administraciones deberían modificar los planeamientos urbanísticos tanto insulares como municipales para incrementar las densidades de viviendas permitidas. El objetivo de estos cambios normativos sería que los suelos urbanizables en manos de la banca pudieran ser desarrollados a precios a los que puedan llegar los demandantes.