El constructor Juan Serra Cladera que reformó el 'palacete' de Jaume Matas, admitió ayer ante el juez instructor del 'caso Palma Arena', José Castro, el fiscal anticorrupción Pedro Horrach y los abogados Rafael Perera, Josep Zaforteza y Llorenç Salvá, que había cobrado 60.000 euros en metálico, sin facturas que acreditaran ese pago, al iniciar sus trabajos, en 2004, y otros 90.000 a través de dos talones, en 2006.
Serra confirmó, asimismo, que recibió esas cantidades del cuñado de Matas, Fernando Areal, también imputado en la causa que investiga el sobrecoste del Palma Arena y el supuesto enriquecimiento ilícito del ex presidente.
El constructor de Sa Pobla rectificó, de esa manera, una declaración inicial realizada ante el Grupo de Patrimonio de la Policía Judicial de la Guardia Civil el 19 de diciembre de 2008, en la que aseguró que le pagaron «mediante dos talones» y que no había recibido «ningún pago en efectivo».
«Ahora tendré que pagar más a Hacienda», confesó Juan Serra durante la testifical, según confirmaron a este diario fuentes relacionadas con la causa.
Serra explicó que los 60.000 en efectivo los recibió en dos pagos de 30.000 cada uno. Dijo que había realizado obras de albañilería en el piso de Matas, trabajo que simultanéo con las reformas en la sede del PP de Palma.
Contacto
Explicó, como ya lo hizo en su momento ante la Guardia Civil, que fue la mujer del entonces presidente del Govern, Maite Areal, la que se puso en contacto con él porque había visto uno de sus trabajos «y le gustó».
«Era la señora la que mandaba», recordó Juan Serra. El juez Castro investiga los pagos de la reforma de la vivienda de Matas, de unos 400 metros cuadrados, que el jefe del Ejecutivo balear, residente en la actualidad en Estados Unidos y que ha sido citado a declarar como imputado el 23 de marzo de 2010, adquirió por 950.000 euros, cuando el valor estimado por Hacienda en octubre de 2006, era casi 2,5 millones de euros.
El dueño de la joyería Alemana de Palma, ratificó ayer ante el juez que Maite Areal y Jaume Matas le pagaron en efectivo importantes cantidades de dinero que correspondían a joyas de gran valor. La cuantía total de estas ventas, según estima la Guardia Civil, asciende a unos 61.000 euros, en las adquisiciones de siete joyas de gran valor entre el 20 de diciembre de 2004 y el 12 de septiembre de 2007, es decir, todas ellas cuando Matas era presidente del Govern Balear.
El joyero Pablo Fuster, que declaró como testigo, además admitió que realizaba un descuento del veinte por ciento a Maite Areal por ser la esposa de Matas.
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