El Grup d'Estudis de la Naturalesa (GEN-GOB) quiso expresar ayer su «total oposición» a la construcción de una vivienda de grandes dimensiones en medio de la masa forestal de una cima en la zona de Can Frígoles, de Santa Eulària, cerca del Puig de na Ribes.

Se trata de un proyecto de edificación denunciado ayer por los vecinos, que pretende construir dos casas y una piscina (600 metros cuadrados), en un terreno montañoso con olivos milenarios y sabinas, y que resultaría, según los vecinos, «un monstruo como la de Cretu». Es un proyecto que ha sido paralizado por el Consistorio tras la denuncia vecinal.

Desde el GEN destacan que «esta construcción, por sus dimensiones y ubicación, causará un gran impacto visual que no se puede tolerar en un municipio ya muy castigado por largos años de indisciplina y permisividad urbanística».

Por ello, los ecologistas han querido recordar a los ayuntamientos que, como responsables directos de la gestión urbanística, «no tienen ninguna obligación de conceder licencias en suelo rústico, a pesar de que los promotores cumplan los requisitos que la ley demanda».

Sentencias

«La Ley del suelo de Balears establece que en suelo rústico la concesión de licencias por viviendas unifamiliares no es obligación, sino que es un acto condicionado y discrecional, dado que la vocación de suelo rústico no es el de ser edificado sino el de acoger labores agrícolas, ganaderas y forestales», destacan desde el GEN.

Asimismo, informan de que numerosas sentencias avalan la denegación de licencias de viviendas en este tipo de suelo. «Lo cual demuestra la cobertura legal que la normativa da al suelo rústico ante los movimientos especulativos», concluyen los ecologistas.