Unió Mallorquina abandona el gobierno del Consell de Mallorca y deja en minoría a Francina Armengol. La ejecutiva de la formación nacionalista acordó ayer que todos los consellers que forman parte del gobierno de la institución insular dimitirán hoy mismo de sus cargos. Así, Antoni Pascual, Dolça Mulet y Cati Julve dejarán de ser consellers de Obres Públiques, Esports y Medi Ambient, respectivamente. En total, catorce cargos públicos de UM se desvinculan del gobierno que preside Armengol. Hoy mismo Pascual, Julve y Mulet presentarán sus escritos de dimisión.

Precisamente el acuerdo cerrado tras las elecciones de 2007 era general y compartido para el gobierno de Govern, Consell de Mallorca y Ajuntament de Palma.

El presidente de UM, Miquel Angel Flaquer, compareció junto a los consellers que dimitirán para explicar que dejan el gobierno del Consell hartos de la actitud de Armengol. «A partir de ahora tenemos libertad de voto», dejó claro Flaquer. El presidente nacionalista recordó que la propia Armengol había manifestado por la mañana que si UM se encontraba incómoda en el gobierno debía abandonarlo. «No nos encontramos a gusto en el pacto. La actitud de Armengol es provocadora, define su poca capacidad de diálogo y la falta de respeto hacia nuestro partido», señaló Flaquer, quien explicó que en la reunión de la ejecutiva estuvo presente la presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar, y el conseller de Turisme, Miquel Nadal. Ambos estuvieron también el sábado junto a Damià Nicolau cuando éste anunció su dimisión como secretario general.

Flaquer argumentó que UM no puede «participar ni un minuto más en un Consell que está paralizado, una institución que no gobierna, se hacen cosas inútiles, no paga a los proveedores, y no tiene ningún proyecto nuevo». «No se hacen inversiones y se buscan las fotos vacías de contenido», lamentó Flaquer.

La secretaria de Organización del PSIB, Rosamaría Alberdi, dijo ayer noche que no existía «ningún problema de gestión» en el Consell de Mallorca e insistió en «no darse por enterada» del anuncio de ruptura. Dijo que, en estos casos, de los que se trata es de hablar. Apuntó a una relectura del pacro para saber que problemas tenía UM. «A mí me parece que un problema de malestar interno de partido no puede trasladarse a la institución», dijo Alberdi, quien opinó que «la ciudadanía no entendería, en tiempo de crisis», una situación de inestabildiad «pudiera trasladarse».