Nombre: Roberto Juan. Profesión: gerente de la autoescuela Botella en Eivissa y Santa Eulària.

¿Ha estado alguna vez en paro? no. Familiar más cercano sin empleo: su cuñado. Posición respecto a la crisis: Piensa que falta lo más duro, que llegará este invierno, en los meses de diciembre enero y febrero. Opina que después se verá. Cree que si el año que viene la temporada va bien, «igual nos vamos recuperando, pero como vaya mal el invierno, volverá a ser duro».

El gerente de la autoescuela Botella, Roberto Juan, reconoce que su empresa, que es pequeña y familiar al estar constituida por once trabajadores, está atravesando por una «situación comprometida o complicada» y que están «luchando para no despedir a nadie apretándonos el cinturón y buscando recursos».

Juan explicó que las ventas han bajado alrededor de un 40% con respecto a otros años y añadió que «hoy en día a la gente le cuesta muchísimo apuntarse para sacarse el carné. La gente viene y pregunta mucho, se interesa por los precios, pero luego son pocos los que se apuntan».

Dada la coyuntura económica, Juan afirma que sus clientes han llegado a solicitarles que les fíe dinero e incluso que baje los precios de las clases o de los exámenes, «pero hemos llegado a un momento en el que no se puede. Durante muchos años hemos trabajado así, fiando y arriesgando, pero ganando confianza de nuestros clientes, pero ahora lo llevamos mucho más controlado», confiesa.

Incluso hay alumnos, señala el gerente de esta autoescuela, que ha aprobado el examen teórico y está esperando a tener algo de dinero para poder comenzar con las prácticas. «Eso es algo que nos descuadra mucho la organización de la autoescuela, porque cuando vamos a empezar con un grupo comienzan las bajas por cuestiones económicas», afirma Juan.

Según el empleado de esta empresa, quien se saca el carné hoy en día «es porque realmente lo necesita, ya sea porque le han ofrecido un trabajo en el que tiene que saber conducir o vive en zonas aisladas para las que necesita llevar coche».

Roberto Juan admite que en la empresa han tenido que buscar recursos como formación alternativa o cursos subvencionados por las administraciones para poder mantenerse. «No queremos despedir a nadie, aunque si llega el momento y lo tenemos que hacer, lo haremos», asume.