El Ayuntamiento de Eivissa contempla la posibilidad de otorgar el final de obra al edificio de protección oficial Juan XXIII en los próximos días. Se trata de una infraestructura, también tildada como «la mole» y cuyas chapas de colores, colocadas para revestir la fachada, han causado multitud de opiniones encontradas en las últimas semanas.

Una vez entregada las células de habitabilidad el Consistorio procederá al traslado de los 92 propietarios de las antiguas viviendas de Santa Margarita, con el fin de derribar dichos inmuebles y avanzar en los trabajos de la remodelación del centro de la ciudad en el marco del proyecto 'Eivissa Centre'.

Enfrentamiento
Algunos de los afectados han emprendido acciones en contra del ejecutivo de Vila en contra de esta decisión. El Ayuntamiento, por su parte, anunció recientemente que «podrá todas las facilidades económicas que precisen estos vecinos para agilizar el traslado a sus nuevos domicilios».

Desde el equipo de gobierno recordaron que «el edificio de Santa Margarita está en un estado lamentable y que, con el traslado a sus nuevos apartamentos, los propietarios incrementarán su patrimonio en un 350 por ciento».