La discoteca DC-10 está intentando legalizar sus instalaciones desde hace dos años, cuando el Ayuntamiento de Sant Josep inició un expediente de infracción urbanística por unas ampliaciones realizadas sin licencia. Este es el motivo por el que la empresa solicitó ante el Consell una declaración de interés general que se está tramitando, ya que el edificio se encuentra en una zona rústica.

Sin embargo, el conseller de Política Territorial, Miquel Ramon, explicó ayer que es «complicado» que consigan la declaración de interés general para poder llevar a cabo la actividad de una discoteca en suelo rústico. «Las posibilidades que tienen son ínfimas porque tienen muchos inconvenientes, como estar al lado de un parque natural, además de que es difícil que demos autorización a una discoteca en suelo rústico», añadió Ramon, que indicó que han dado repetidos plazos a los promotores para aportar toda la documentación, algo que se publicó ayer en el Butlletí Oficial de les Illes Balears (BOIB). Si finalmente no lo hacen caducarán el expediente.

Justificación
El Consell lleva meses solicitándoles más información, en concreto la memoria justificativa de la oportunidad de la declaración de interés general, la certificación del registro de la propiedad y un mapa de la situación en formato digital en el que esté grafiada correctamente la parcela de actuación a autorizar.

También piden una fotografía aérea y un estudio de evaluación de las repercusiones ambientales debido a que el proyecto afecta a una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA).