En vísperas de la batalla entre cartagineses y romanos, que se celebra hoy a partir de las siete de la tarde en Sant Antoni, el de ayer fue un día de calentamiento. Decenas de niños y mayores participaron, disfrazados con los trajes propios para la ocasión en los juegos planteados en la playa de s'Arenal.

La primera prueba fue la cinta resbaladiza, que finalizó en tablas entre los dos equipos, que luchaban amistosamente por la victoria. Resbalón tras resbalón, todos hacían intentos por cruzar la cinta, de aproximadamente tres metros de distancia. La segunda prueba, en cambio, tuvo un claro ganador: los romanos fueron más fuertes y vencieron a los cartagineses en la conocida prueba de estirar una cuerda. Una prueba que se repitió no dos, sino tres veces, pero con un mismo ganador cada vez.

Otra de las pruebas llevadas a cabo fue la de reconocer objetos de un saco con los ojos vendados. Seguramente, una de las actividades en la que más niños participaron, ya que acabaron todos con pañuelos cubriéndoles los ojos.

Y entre los juegos, los niños mostraban sus disfraces: «A mí me lo ha hecho mi madre, que es costurera. Y mi padre me ha fabricado el escudo con maderas», comentaba uno de los niños disfrazado de romano.

M. Bonet