Ataviada en un divertido vestido malva, en el cual se podía leer 'amor, 'esperanza' y 'fé', y luciendo numerosas pulseras en ambas manos y el tobillo, la Duquesa de Alba pasó una agradable tarde de compras en compañía de una amiga. De lo más hippy, estuvo mirando diferentes tiendas por Eivissa.

Aunque vino a la isla sin su nuevo amor, se espera que éste se anime a venir a pasar con ella unos días en la casa que tiene en Cala Salada. La duquesa, que se ha recuperado muy bien de su operación de pierna, muestra su vitalidad y energía siempre que puede.

Se nota que es feliz en el amor, y que su relación, criticada por muchos, con Alfonso Díez le aporta un entusiasmo y manera de ver las cosas distintas. Desde que empezó a salir con él se ha quitado años de encima, aunque siempre ha mantenido su espíritu joven. Y es que no hay edad límite para encontrar el amor, siendo Cayetana ejemplo de ello.

Àngela Real