La cooperativa Agroeivissa decidió ayer protestar contra los bajos precios que la distribución local ofrece por algunos de los 'productos estrella' de la agricultura local (tales como sandías, melones, pimientos o tomates) ofreciendo miles de quilos de frutas y verduras a las entidades que desarrollan planes de ayuda social como Cáritas, Cruz Roja y, en general, todas aquellas inscritas dentro de la Plataforma Sociosanitaria.

«Pensamos que sería una buena forma de realizar alguna acción de protesta y, al mismo tiempo, ayudar a las ONG que se dedican a ayudar a las personas más desfavorecidas», explicó Joan Marí Guasch, presidente de la cooperativa. A la oferta de la entidad que agrupa a un centenar de agricultores de la Isla acudieron representantes de diversas entidades «y otros muchos, aunque no han podido venir, nos han dado las gracias por el ofrecimiento», añadió.

Durante la mañana de ayer, Agroeivissa tenía previsto poner a disposición de estas entidades unas ocho toneladas de producto, «aunque si hace falta sacar más tenemos unas 20 toneladas en las cámaras y si fuese necesario más tenemos muchas más en los campos», argumentó Guasch, quien avanzó que, posiblemente, este tipo de convocatoria se repetirá en los próximos meses si no mejora la situación.

Precios mínimos

¿Y cuál es la situación que ha llevado a los agricultores de esta cooperativa a preferir regalar el fruto de su trabajo antes que venderlo? «La situación del campo viene siendo difícil desde hace años, pero éste está siendo anormal porque, no es que con la crisis se venda menos, es que los problemas los está aprovechando cierta distribución para rebajar los precios e introducir de forma masiva productos de la Península y Mallorca de forma que se nos ofrece menos de lo que nos cuesta producir», apuntó el presidente de la cooperativa.

Un ejemplo es la sandía, un producto que tiene un coste de 22 céntimos el kilo «y que luego se vende a 25 o más en tienda, pero no todo ese dinero se paga al agricultor, por lo que es fácil imaginar el dinero que ofrecen», apuntó el representante de Agroeivissa.

Guasch hizo hincapié en que la crisis no puede ser una excusa para que las grandes tiendas pidan un precio menor a los cultivadores. «Nosotros hemos facturado en julio entre un 30% y un 40% más que el mismo mes del año pasado, hasta sumar unos 780.000 kilos de producto, pero los precios han caído entre un 40% y un 50%. De hecho, entre junio y julio hemos facturado 160.000 euros menos que en los mismos meses de 2008», aseguró.

Los problemas pueden hacer desaparecer el 50% del empleo y obligan a buscar nuevas fórmulas. «Nos quedan dos opciones. La primera es dejarlo, la otra es abrir una red de tiendas propias», apuntó Guasch, quien señaló que esperan conocer la nueva Ley de Comercio para saber si el productor también podrá vender directamente en su explotación. También se evalúa fomentar la producción ecológica, algo viable para ciertos productos y a largo plazo «puesto que es difícil adaptar una producción de 500 toneladas anuales». Igualmente, se está pendiente de la marca 'Producte balear' «y si no se hace por Islas, para evitar la competencia del género mallorquín, propondremos crear una propia».