Un catálogo «claro y específico» de cuáles son las casetas varadero de la isla que merecen ser protegidas. Esto es lo que la Demarcación de Costas ha solicitado al Consell d'Eivissa durante las reuniones que han mantenido entorno al futuro de estas antiguas construcciones pesqueras del litoral, entre las cuáles ya se cuentan 14 demoliciones y otros tantos expedientes de derribo en marcha.

Según explicó el jefe de la Demarcación de Costas de Balears, Celestí Alomar, se está trabajando «de forma coordinada» con la máxima institución insular para contar con este mapa de protección que deberá justificar «el interés cultural o etnográfico» de las casetas. Sin embargo, destacó que pedirá a la máxima institución que las casetas protegidas cuenten con un proyecto para de uso común si se quiere lograr su conservación.

«Las condiciones no podrán ser de uso privativo porque están en zona de dominio público», apuntó el jefe de Costas, quien destacó que para que estas casetas perduren será la máxima institución o los ayuntamientos los que deberán solicitar la concesión administrativa para cumplir con esta condición. «Y en este caso, a medida de que tengan una figura de protección por parte del Consell Insular y una propuesta de uso público, no vamos demolerlas», agregó.

Esta misma solicitud ha remitido Costas a los demás consells insulars de Balears y, en este sentido, Alomar remarcó que «es importante» que todas las administraciones de cada isla trabajen «de manera conjunta, sobre todo a través de los consells, que son los que tienen la capacidad de protegerlas». Además, el futuro catálogo servirá también, según Alomar, para evitar «confusiones» a la hora de tomar resoluciones de demolición sobre aquellas casetas a las que se les acaba la concesión administrativa.

Por otra parte, el jefe de Demarcación de Costas quiso recordar que las 14 casetas varadero que se derribaron el pasado mes de mayo en es Codolar se demolieron con el apoyo y la colaboración de la dirección del Parque Natural de ses Salines, y porque «no tenían ningún valor desde el punto de vista etnográfico ni cultural o patrimonial». Unas casetas que fueron derribadas, además de porque estaban en dominio público, porque se hallaban en mal estado, alguna con riesgo claro de derrumbe, y porque contaban con un proyecto de demolición de 1998.

Próximo derribo

El mismo destino tienen otras cinco casetas varadero de es Cap d´es Falcó, mientras que en la misma situación se encuentran varios usuarios de casetas de Sant Joan que han recibido ya el requerimiento de Costas para derribar las casetas, lo que ha suscitado «preocupación ciudadana», según el Consistorio. Por ello, Sant Joan remitirá a Costas inventario de todas aquellas construcciones que siguen cumpliendo su función tradicional en relación con el mar y la pesca para intentar regularizarlas.

Cabe recordar que en el otro extremo se encuentran las casetas ubicadas junto al antiguo asentamiento fenicio de sa Caleta, cuya protección como Bien de Interés Cultural (BIC) ya ha iniciado el Consell. Las mismas tendrán la categoría de Lugar de Interés Etnológico por ser un espacio donde a lo largo de la historia se ha desarrollado una actividad relacionada con la pesca, aunque su protección como BIC no se debe sólo por las construcciones ni por las casetas en sí, si no porque se encuentran en el marco de interés patrimonial al estar vinculadas a una determinada forma de vida, de cultura o de actividad tradicional, como fue el asentamiento fenicio.

El Jefe de Demarcación de Costas de Balears, Celestí Alomar, explicó también que pedirá a las instituciones que al desarrollar este catálogo «sean respetuosas con las tradiciones» a la hora de declarar una caseta varadero como bien de interés cultural o etnográfico, «para que no haya otro tipo de casetas que no corresponden ni cumplen esta función».

En este sentido, cabe destacar que algunas de las casetas varadero que fueron demolidas en es Codolar tenían la característica de que la concesión que pudieran tener algunos de los antiguos propietarios se ha revertido a la Administración al considerar que se ha hecho un uso indebido de estas construcciones, que nada tenía que ver con la pesca o las actividades del mar.

Hasta ahora, Sant Joan es el único municipio de la isla que ha expresado su intención de solicitar la regularización de la mayoría de las casetas del municipio porque son utilizadas como refugios de embarcaciones por pescadores profesionales o de recreo, debido a que en la localidad no hay ningún puerto; desarrollando así la función que las casetas han cumplido tradicionalmente en la isla.

Todo ello, en base a un inventario realizado por el Consistorio en 1989, tras la aprobación de la Ley de Costas que ha dejado a las casetas varadero en la franja de dominio público, pasando de ser una propiedad a una concesión administrativa con fecha de caducidad.

Para que las casetas varadero pasen a ser un bien común y puedan tener un uso no privativo, los ayuntamientos de la isla o el propio Consell deberán ser quienes soliciten a Demarcación de Costas las concesiones administrativas de las mismas, a fin de gestionarlas si se justifica a nivel insular el interés patrimonial que tengan aquellas casetas para ser conservadas.