Michael Douglas, cuya última película se estrena hoy, está en Palma. El actor estuvo ayer en la Fundación Krekovic viendo la exposición de grabados del norteamericano Ross Abrams, justo antes de viajar a Barcelona para el estreno de Más allá de la duda.

Michael, muy amable, atendió a los medios mallorquines y habló de varios temas aparte de su película. De ésta, de la cual es el antagonista, tiene un papel secundario, pero él asegura que está encantado: «Me encanta hacer de malo en el cine. Es más fácil ser dramático que hacer de bueno. Por otro lado, a la gente le gusta el personaje malo, ya que hace lo que a mucha gente le gustaría».

El estadounidense también comentó algo acerca de la supuesta filmación de Wall Street II: «Es probable que se haga una segunda parte de la exitosa película, pero no puedo decir nada aún por órdenes de Oliver Stone».

Acerca de su futuro laboral en la pantalla, Michael apuntó: «No he pensado en volver a hacer series. No, no creo que las haga, me encuentro bien en el cine».

Cambiando de tema, los medios le preguntaron sobre la situación actual de Estados Unidos con la presidencia de Obama: «De momento lo está haciendo bien, pero creo que se le están pidiendo muchas cosas a un hombre». Además, añadió: «Ahora las relaciones con España están mejorando, por suerte. Desde la salida española de Iraq las relaciones no habían sido muy buenas entre los dos países».

Finalmente, se le preguntó a Michael por su vida personal. Primero, se le mencionó una supuesta venta de s'Estaca, su lugar de residencia en Mallorca: «No voy a vender s'Estaca principalmente porque mis hijos se lo pasan muy bien allí. De hecho, pasaríamos mucho más tiempo en la isla si no fuera porque los niños van al colegio y nosotros trabajamos. Además, la casa la compartimos con Diandra. Por tanto, no la puedo vender».

A su imagen actual de actor maduro, Michael comentó sonriendo: «Lo llevo muy felizmente. Mis hijos y mi mujer me hacen estar mucho en casa. Con el paso de los años he ido cambiando mis prioridades. Ahora mi carrera ya no es una prioridad, lo es mi familia».

Pedro Prieto