Las catas realizadas en el monte protegido de Santa Agnès, donde fue demolida recientemente la mansión de Michel Cretu, dieron como resultado que el material enterrado hallado por técnicos del Consell «es material inerte», por lo que ahora el Ayuntamiento de Sant Antoni pedirá autorización a la Comisión balear de Medi Ambient para poder dejarlo allí.

Según explicó el teniente de alcalde Joan Pantaleoni, «la ley indica que los restos de obra se pueden utilizar para la reposición del terreno a su estado original, pero que si se trata de una zona de alta protección, como es el caso, necesita una autorización de Medi Ambient del Govern balear». «Solicitaremos esta autorización y en función de la respuesta actuaremos de una manera u otra», destacó el Pantaleoni, quien detalló que los resultados de las catas descartan la presencia «de hierro, plástico o madera».

Por otra parte, el teniente de alcalde explicó que el Ayuntamiento «ha retenido a la empresa la certificación» para poder «exigir» que retire el material en caso de que la Comisión de Medi Ambient así lo disponga.