El presidente de la Federación Hotelera, Juanjo Riera, aseguró ayer que están «muy preocupados» por las numerosas demoliciones de piscinas, solariums y terrazas que prevé la reforma del paseo marítimo de ses Figueretes. Riera consideró positivo que se arregle esta zona, que está muy degradada, pero cree que se puede hacer sin tocar las piscinas de los hoteles y sin demoler terrazas. «Un hotel vacacional sin piscina y solarium no tiene sentido», explicó el hotelero, que está muy preocupado porque esto puede suponer un «daño económico muy importante» para toda esta zona, que no podrá competir con otras. «Es mucho más grave de lo que la gente se piensa», aseguró Riera, que indicó que los turistas no quieren ir a hoteles sin piscina.
Los hoteleros ya tuvieron una primera reunión con las administraciones competentes y pidieron que se hiciera otra en la que estuviera el responsable de la demarcación de Costas de Balears, entidad que prevé estas demoliciones de pisicinas por estar en dominio público.
Reunión con Costas
Esta segunda reunión tendrá lugar el próximo lunes y asistirán el responsable de Costas, Celestí Alomar; el presidente del Consell, Xico Tarrés; la alcaldesa de Vila, Lurdes Costa y el alcalde de Sant Josep, Josep Marí Ribas. También estarán presentes los consellers de Política Territorial, de Desenvolupament Empresarial y de Promoció Turística, además del secretario de Presidencia. Por parte de la Federación asistirán 15 hoteleros de la zona de ses Figueretes y es Viver.
Juanjo Riera explicó ayer que como Federación Hotelera no han presentado alegaciones al proyecto, aunque sí lo han hecho los particulares afectados.
Quienes sí han presentado sugerencias al proyecto son los integrantes de la Asociación de Vecinos de ses Figueretes, que consideran que esta reforma es una «buena e importante noticia», ya que llevan más de una década solicitando un arreglo del paseo y su prolongación para comunicarlo con Platja d'en Bossa.
Entre las sugerencias que realizan al Ministerio de Medio Ambiente está la ejecución del proyecto en dos fases para que sea más rápido. Los vecinos consideran que el proyecto ya lleva mucho retraso y tiene una gran envergadura, además de que hay que realizar expropiaciones, por lo que calculan que se puede dilatar «varios años más». Es por ello que piden que se ejecute en dos fases para que en el primer periodo se reforme el actual paseo, que está en un «estado deplorable».
Además, han detectado que en el proyecto no se incluye nueva iluminación, que actualmente es insuficiente. «Sería deseable estudiar la posibilidad de instalar una segunda línea de luces a nivel del suelo para reforzar la luz artificial, resaltar el propio paseo y dar mayor seguridad a los transeúntes», explican los vecinos.
Desde la asociación también proponen que se incluya mobiliario urbano para la práctica de ejercicio físico. Además, piden que se conserve únicamente el espigón ubicado más al sur, ampliándolo y cambiando su orientación para que retenga más arena. «Así, eliminando los demás espigones, se podría conseguir que sea una única playa, lo cual mejoraría la estética de la zona y facilitaría su limpieza».
Respecto al espigón ubicado al sur de la piscina del hotel Ibiza Playa creen que se debería acortar y se le debería dar forma de T como se proyecta donde se eliminará la piscina.
Los hoteles más afectados por la demolición de sus piscinas y terrazas son el hotel Los Molinos, el Ibiza Playa y el Ebeso. Se trata de las piscinas más cercanas al mar que hay en todo el paseo. De hecho, alguna de ellas, como la del Ibiza Playa, está prácticamente encima del mar.
Desde el Ministerio de Medio Ambiente alegan en su proyecto que son «ocupaciones ilegales» del dominio público con concesiones ya extinguidas.
Por otro lado, también se contempla una importante expropiación del hotel Torre del Mar, al que le quitan 1.225 metros cuadrados. También están afectados por expropiaciones otros establecimientos como el Goleta y el Tres Carabelas.
Además, se prevé la demolición de terrazas que según Costas están en dominio público, como la del restaurante Soleado. También se expropian los jardines de pequeñas casitas de es Viver.
El nuevo paseo remodelará actual y lo ampliará hasta el hotel Algarb, justo donde termina el término municipal de Eivissa.
En sus alegaciones, la Asociación de Vecinos de ses Figueretes reclama que se arregle el problema de alcantarillado que existe en la zona. Según relatan, varias alcantarillas que recogen aguas pluviales desembocan directamente en la arena de la playa. «Esto motiva muchas molestias, como malos olores por los propios vertidos y por putrefacción de las algas», relatan los vecinos, que recuerdan que este hecho provoca además corrimientos de arena, con lo que ésta desaparece en el mar. «Solicitamos que se lleven a cabo las obras necesarias para conducir dichas alcantarillas a unos emisario», piden desde la Asociación.
El presidente de los vecinos, José Juan Bonet, criticó el retraso que lleva esta infraestructura, que reclaman desde hace muchos años. Respecto a las expropiaciones y a la demolición de piscinas no quiso opinar porque indicó que es un tema de concesiones administrativas de la demarcación de Costas.
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