Técnicos medioambientales del Ayuntamiento de Sant Antoni y del Govern balear realizaron ayer tres catas en la cima de Santa Agnès donde antes se ubicaba la demolida mansión de Michel Cretu, que dieron como resultado el hallazgo de restos de obra enterrados, producto del derribo.
Según explicó el teniente de alcalde de Sant Antoni, Joan Pantaleoni, en las catas no se detectó ningún tipo de material contaminante sino que se trata de «restos inertes». «Estamos pendientes de los informes de los técnicos que determinarán si hay que sacarlos o no», apuntó Pantaleoni, quien destacó que si finalmente se deben retirar esta actuación correrá a cargo de la empresa adjudicataria del derribo, Construcciones y Excavaciones Erri Berri «porque tiene contratada la eliminación de los residuos».
Por su parte, el conseller de Medi Ambient, Albert Prats, detalló que los «restos de ruina» aparecieron «en tres puntos separados» del terreno. «Ahora se elevarán los correspondientes informes técnicos al Govern balear, que es el que tiene las competencias en materia de residuos», apuntó el conseller quien destacó que desde el Consell se espera que el Ayuntamiento de Sant Antoni, «que tiene las competencias actúe conforme a la ley». «Depende de los pasos que siga el Consistorio podría haber más actuaciones o no, por parte del Consell», agregó Prats.
Las catas decidieron realizarse después de que el Consell detectara la semana pasada que había restos de la demolición enterrados «indebidamente» en la zona de demolición y que éstos se habían tapado con tierra. Asimismo, según informó entonces la máxima institución, sobre estos mismos restos se estaba procediendo además a la reforestación de la zona donde estaba ubicada la mansión.
Cabe recordar también que, según Sant Antoni, ya se han enviado 80 toneladas de residuos a vertederos autorizados para materiales como hierro, plástico y madera.
Joan Pantaleoni aseguró que los técnicos de Medio Ambiente del Govern balear también exigieron la retirada de las palmeras y los ficus plantadas en la zona y su cambio por vegetación autóctona, una actuación que también se está llevando a cabo en estos días con motivo del proceso de reforestación. Un proceso que está ligado a la finalización completa de la obra de demolición, que el Consistorio deberá certificar ante el juzgado a fin de que finalice la imposición de multas al alcalde, José Sala. Pantaleoni cree que este mes, Sala también deberá pagar los mil euros de sanción.
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