El kiosco Giallo, en Migjorn, es uno de los dos establecimientos que el Consell no permitió abrir el año pasado.

La reciente concesión de las adjudicaciones temporales de los servicios de playa para el período 2009-2012 ha coincidido con la puesta en marcha de acciones judiciales por lo penal por parte del concesionario de dos kioscos en Migjorn, Blanco y Giallo, el italiano Fabio Covizzi, contra la primera institución de la isla. De esta manera el próximo día 4 de junio el presidente del Consell de Formentera, Jaume Ferrer, y la consellera de Medi Ambient i Litoral, Silvia Tur, deberán comparecer ante el Juzgado de Instrucción nº1 de Eivissa para testificar como imputados por coacción sobre el asunto.

El presidente del Consell, que ha estado ausente de la isla en los dos últimos días, explicó ayer que acababa de llegar a Formentera y reconoció que «es cierto que hay una citación para que tanto yo como Silvia Tur, consellera de Medi Ambient i Litoral, vayamos, en calidad de imputados, a declarar y hemos puesto el asunto en manos de los abogados, y nos pondremos a disposición de la justicia para que haya una transparencia total y absoluta», dijo Ferrer, que al mismo tiempo reconoció que no sabía si iban en calidad de imputados o testigos, «porque la citación está en manos de los abogados y aún no la he visto». Ferrer señaló que por lo que conocía no se trataba de una cuestión económica como la relacionada con el lucro cesante ni con prevaricación, como se había , sino que estaba relacionado con «coacciones por no haberle permitido abrir los kioscos el verano pasado».

De cara a esa temporada turística, la de 2008, el Consell de Formentera no solicitó a Costas las concesiones de ambos kioscos, por lo que los que tenían la concesión no pudieron abrirlos. Ferrer advirtió ayer: «No voy a hablar del porqué de esta decisión, y menos sin el consejo de los abogados», aunque reconoció que a finales de 2007 habló con Covizzi para informarle de que en 2008 no se renovaría la concesión porque el funcionamiento del kiosco no era el adecuado y había «muchas quejas de vecinos». «Consideramos que era la única opción, avalada además por nuestros técnicos», explicó.

Lo cierto es que a finales de la temporada turística de 2007, desde la primera institución de la isla se le comunicó que de cara a la temporada 2008 no se solicitaría a la Demarcación de Costas la concesión temporal de los mencionados kioscos a causa de los problemas que había causado durante 2007, al entenderse que se habían convertido en discotecas al aire libre y hasta horas no permitidas por Costas, que contempla la obligatoriedad de cerrar los kioscos a la puesta de sol, además de provocar un importante caos circulatorio y de impacto ambiental sonoro con los cientos de motocicletas que iban y venían continuamente a dichos kioscos.

Por otra parte, cabe recordar que Fabio Covizzi se presentó al concurso de adjudicación para los próximos cuatro años, de los servicios de playa y obtuvo la concesión del kiosco Sunsplash en Migjorn, en las inmediaciones de es Ca Marí, lo cual ha levantado una alarma en el vecindario de la zona que no quiere que un kiosco tradicionalmente tranquilo se convierta en el caos que obligó al Consell a no solicitar a Costas la concesión de Bianco y Giallo. Tanto es así que algunos vecinos se han dirigido directamente al presidente del Consell para pedirle que vuelva atrás en su decisión, y por otra parte se ha organizado una recogida de firmas en el mismo sentido. Pero Ferrer dejó claro que «era un concurso público y se podía presentar quien quisiera si cumplía los requisitos, como es el caso; y habiendo obtenido mayor puntuación que la otra persona licitante, no nos quedaba más remedio que adjudicárselo».