El director general de Qualitat Ambiental, Josep Lliteres (2º por la izqda.) explicó ayera que las mediciones no han revelado índices peligrosos para la salud humana en ninguno de los casos. FOTO: MARCO TORRES

El director general de Qualitat Ambiental del Govern, Josep Lliteres, aseguró ayer que la caldiad del aire en Eivissa es «muy buena» o «excelente», aunque reconoció que «siempre se podría hacer algo más» para disminuir el tráfico y para que las empresas contaminantes inviertan más «eficiencia productiva».

Tampoco la central eléctrica de Gesa arroja cifras preocupantes. «Depende del momento en el que se haga la medición», explicó Lliteres, que aseguró que varía mucho según la meteorología. «En situaciones de poca brisa o circunstancias especiales sí que se nota, aunque nunca supera lo perjuidical para la salud de las personas», añadió.

Uno de estos episodios se produjo a principios de este mes, cuando hubo un fenómeno meterológico que impedía que el humo que salía de las chimeneas de Gesa se alejara con el viento. De todas formas, nunca se superaron los valores máximos. Por ejemplo, en el caso del azufre, se ha llegado a 25, pero el máximo permitido es de 125. «Estamos cinco veces por debajo del nivel máximo permitido», recordó Lliteras, que indicó que estos días varios inspectores de la Conselleria están realizando visitas sorpresa a empresas contaminadoras, «aunque muchas se telefonean y se avisan». También hoy realizarán una visita a GESA para observar de cerca su funcionamiento.

Desde Qualitat Ambiental aseguran que en los últimos años los valores se han mantenido estables, aunque vaticinan una disminución de la contaminación cuando Gesa comience a utilizar gas, algo que ocurrirá dentro de unos meses, cuando esté en marcha el gasoducto.

Desde principios de mayo se ha instalado una estación de vigilancia de la calidad del aire en el parque de la Paz, que en julio y agosto se trasladará a una zona de gran intensidad de tránsito de la ciudad que todavía no se ha decidido. En septiembre y octubre se trasladará a un lugar suburbano y en noviembre se medirá la calidad en la zona rural del norte de la isla. Hacía cinco años que no se realizaba en Eivissa ninguna campaña de estas características.

De todas formas, en Eivissa hay cuatro estaciones fijas: en Can Misses, Dalt Vila, Sant Antoni y al lado de la subestación Torrent en Santa Eulària. Desde estos puntos se mide de forma continuada la calidad del aire que pueda afectar a la salud humana, a los ecosistemas y a los animales.

Según Lliteres, lo importante es que no se ha superado ningún límite establecido por las normativas estatales y europeas, aunque a veces hay variaciones, como por ejemplo en estos últimos días, con la entrada de aire africano, que genera más turbidez en el aire.

La excelencia del aire es muy similar a la que se da en las demás islas, aunque hay unos niveles de azufre superiores. También varían algunos elementos de tránsito.

Próximamente también está prevista una campaña para detectar óxidos de nitrógeno con la colocación de resinas.