Diferencias sobre la futura financiación de IB3 y algunos aspectos del contrato programa han atrasado el acuerdo definitivo sobre la 'hoja de ruta' de la televisión autonómica que se pretendía dejar encauzado esta semana.
Aunque el president Antich, que martes se reunió con el director general de ente público, Antoni Martorell, está haciendo un llamamiento personal para que se concrete el acuerdo, hay un asunto que impide que se presenten los criterios generales del modelo, sobre el que existe un amplio consenso: el Govern asumirá la totalidad del endeudamiento del ente (gastos financieros, deuda hipotecaria, día a día y pagos pendientes a productoras y proveedores) si se fija un tope máximo de gasto al año. Como salvaguarda, y a imitación de la legislación de Catalunya, el partido mayoritario del Govern quiere un compromiso: que los desvíos presupuestarios (en una cantidad que habría que fijar) lleven aparejada la dimisión de la dirección, sea la que fuere.
De acuerdo a la información obtenida por este diario con el compromiso de no citar ninguna fuente, los partidos que forman parte del Govern estarían de acuerdo en los criterios de la 'hoja de ruta' (expresión que utilizó la consellera portavoz del Ejecutivo el pasado viernes), que se recogerían en dos leyes; en que la actual legislatura, que dura cuatro años, fuera «de transición» (no se forzaría ningún relevo en la dirección antes de que finalice el mandato) y en que se apostaría por una televisión «de proximidad», muy pegada a la realidad, en catalán y con especial incidencia en información, la cultura y el deporte, además de procurar acuerdos entre la tele autonómica y la insular.
Según los datos que se manejan en la comisión negociadora sobre el modelo audiovisual, el endeudamiento correspondiente a los dos años de Govern progresista sería de unos 80 millones. El total acumulado se aproximaría a 210, de los que 160 serían costes financieros.
El president, dos conselleries y una comisión de representantes nombrados a propuestas de los partidos se encargan de perfilar la negociación. Antich espera que se supere el punto más conflictivo y que haya una noticia pronto. Otras fuentes aluden a que el proceso interno de UM también puede suponer algún retraso.
El PSOE barajó en 2007 aplicar a IB3 la 'doctrina Son Espases' y suspender sus emisiones en espera de un estudio de viabilidad, según ha trascendido ahora. Fue a raíz de una auditoría encargada por la Conselleria d'Hisenda. Esta propuesta nunca más se ha vuelto a plantear y no volverá a ser puesta sobre la mesa ya que ahora valora el cambio, el esfuerzo de la dirección y las diferencias con la época de Matas, sobre todo en informativos y en el uso del catalán.
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