El vicepresidente de Ports de Balers, Manuel Patiño, se reunió ayer con cuatro empresas propietarias de golondrinas (barcos que se dedican al transporte marítimo de carácter turístico) de Sant Antoni para tranquilizarles respecto al cambio de ubicación que sufrirán.
Patiño explicó ayer que la reunión fue «muy cordial» y se lograron principios de acuerdo, después de que los empresarios mostraran hace pocos días su malestar por una medida que consideraron «catastrófica» para el sector turístico.
El responsable de Ports explicó que la información con la que contaban los empresarios era «incorrecta». «Prácticamente trabajarán la mayor parte del tiempo en su sitio habitual», expresó Patiño, que indicó que los únicos que sufrirán cambios son dos empresas que tienen embarcaciones más grandes. Siempre uno de esos barcos tendrán que dormir en el espigón de delante de la playa para así evitar los problemas de seguridad que ha habido en la bahía de Sant Antoni durante los temporales.
«Ellos han planteado sus dudas y las hemos clarificado bastante, además de aceptar algunas de sus sugerencias», añadió el vicepresidente de Ports de Balears, que aseguró que tendrán otra reunión la semana que viene para avanzar en el consenso. «El 99% seguirán en su lugar de trabajo habitual», reiteró Patiño, que indicó que gracias a esta medida se podrán retirar los pantalanes que están en medio de la bahía para llevarlas al interior, que es más seguro.
Ports de Balears también aceptará sugerencias de los empresarios para elaborar el plan director del puerto de Sant Antoni y acabar de definir sus usos.
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