El Partido Popular presentó ayer sus alegaciones al proyecto de remodelación de la carretera de Sant Miquel, para el que proponen una vía similar a la carretera que va de Sant Rafel a Santa Eulària, utilizando los caminos rurales para que circulen las bicicletas.

Desde el PP aseguran que la fórmula de carril bici por la que ha optado el Consell se contradice con lo establecido por el Plan Director de Transportes aprobado en 2006, que no contempla ningún vial de estas características. «Lo curioso es que no sigan sus indicaciones a la hora de proyectar infraestructuras», criticó el diputado del PP Josep Juan Cardona, que aseguró también que «es ilegal» que los ciclistas tengan que ceder 78 veces el paso a los conductores de vehículos en las incorporaciones de las carreteras. De hecho, Cardona asegura que las bicicletas tienen prioridad, por lo que con este sistema se «generará un grave problema de seguridad del tráfico».

Otra de las críticas que hacen es que no se ha hecho un verdadero estudio de alternativas como estipula la ley y el carril bici se despacha en ocho líneas en el estudio de impacto ambiental. De todas formas, los populares matizan que ellos no están en contra del carril bici. De hecho, aseguran que fueron los que aprobaron el Plan Director de Transportes en 2006, en el que se introducía la bicicleta. «Sólo queremos que se haga de forma razonable y adecuada», expresó el diputado popular, que indicó que las carreteras no se pueden hacer «a capricho».

En otro de los puntos de sus alegaciones los populares critican que este carril bici no contribuye a fomentar el uso de la bicicleta como alternativa de transporte, porque la vía sólo va desde Can Clavos hasta antes del pueblo de Sant Miquel, con lo que los vecinos no lo podrán usar para ir a trabajar a Vila. Esto, según los populares, también incumple el Plan Director de Transportes.

De todas formas, por el momento el PP no se plantea acudir a los tribunales por estos incumplimientos, ya que creen que el Consell todavía está a tiempo de rectificar el proyecto. Otro de los «absurdos» que ven en el trazado es que hay casas que acabarán rodeadas de asfalto, porque por delante tendrán la carretera y por detrás les pasará el carril bici. Además, lamentan que se expropie de forma innecesaria y se consuma más territorio cuando se podría hacer una carretera con arcén y usar los caminos paralelos para ir en bici. Asimismo, aseguran que en el plan de transportes también se exige que tiene que haber consenso con los alcaldes y con los vecinos, algo «que no se ha cumplido». El portavoz del PP en el Consell, Pere Palau, criticó que el consumo de territorio es «injustificado» y Cardona pidió al conseller que si es «vital» para él tener carril bici que lo haga respetando la legalidad.

El conseller de Mobilitat, Albert Prats, informó ayer de que en total se han presentado 126 alegaciones al proyecto, que se contestarán «lo más rápido posible». Prats matizó que muchas de ellas no tienen nada que ver con el carril bici y criticó que el PP quiera hacer ver que hay una oposición real a este modelo de carretera.

El conseller de Mobilitat, Albert Prats, aseguró ayer que el proyecto respeta la legalidad y aseguró que las afirmaciones del PP «son contradictorias». De hecho, los técnicos ya están trabajando en su respuesta.

«El vial ciclista no incumple el plan director, porque éste sólo hace recomendaciones de modelos ciclistas y habla de uno que es prácticamente idéntico», expresó Prats, que indicó que también pondrán aparcabicis al lado de las paradas de autobús para favorecer la intermodalidad. De hecho, aseguró que lo que propone el PP son rutas cicloturistas por caminos, «que hacen zig zag» y que no contemplan en absoluto la intermodalidad. «Las rutas cicloturistas son muy importantes pero se pueden combinar ambas cosas», defendió el conseller, que sigue apostando por el carril bici. De hecho, Prats recuerda que el PP «no hizo ni caso» al plan de transportes cuando planearon la autovía al aeropuerto, que en algunos puntos no tiene ni siquiera paradas de autobús y en la que tampoco se planeó un carril para bicicletas.

«Lo que hace el PP con las carreteras es puro revanchismo porque tienen mucha rabia con el tema de las carreteras y quieren confundir a la ciudadanía, que ya sabe quién hizo las cosas mal y por intereses ocultos».

Los populares criticaron también que la planta asfáltica para suministrar a la carretera se sitúa en suelo rústico, cuando se podría aprovechar el suelo industrial que hay junto a la carretera. «Es absurdo y suponemos que el Consell rectificará», confió el diputado del PP, que recordó es el mismo sistema que usaron ellos en las carreteras y que fue objeto de querellas.

El conseller de Mobilitat, Albert Prats, matizó que el hecho de que se haga en zona rústica no quiere decir que sea ilegal, porque aseguró que se están dando todos los pasos para legalizarla. «Podría ser que al final ni siquiera hiciera falta instalarla, porque depende de si la empresa que haga las obras llega a acuerdos con otras empresas que le suministren asfalto», explicó el conseller, que indicó que el PP quiere confundir a los ciudadanos comparando esta situación con las plantas de Sant Jordi y Montecristo, que se levantaron «sin permisos».

Por otro lado, Cardona aseguró que modificar el proyecto de la carretera podría tardar un mes o a lo sumo un mes y medio, pero nunca un año, como dijo el conseller de Mobilitat. «Es absurdo que se nieguen a modificar porque siempre hay que buscar la mejor solución», recordó Cardona, que indicó que es «mentira» que este proceso pueda durar tanto.

En las alegaciones el PP solicita además que todos los servicios de canalizaciones y cables se soterren y no se haga a trozos. «Esto parecerá el Guadiana», criticó Cardona, que pidió también que todas estas canalizaciones se soterren en el borde de la carretera o debajo del carril bici para tener que expropiar lo menos posible. Asimismo piden el cambio de trazado de la curva de Can Maians, porque aseguran que con la fórmula escogida se ocupan excesivos terrenos.