G. ROMANÍ/C. ROIG

La Conselleria de Medi Ambient de Formentera está llevando a cabo una exhaustiva recogida de datos sobre la aparición de algunos ejemplares de la medusa physalia physalis conocida como carabela portuguesa en el litoral de Formentera, para determinar su peligrosidad y las medidas en caso de una posterior presencia en las playas de la isla. Hoy embarcaciones tipo 'pelícano' saldrán mar adentro para intentar descubrir si hay algún banco flotando porque en el día de ayer no se había detectado ninguna otra medusa de este tipo, aunque sí había algunas mucho más pequeñas y de color azul morado, habituales en estas aguas y que no suponen ningún problema.

A fin de evaluar el riesgo real de peligrosidad de estos ejemplares, la Conselleria está en contacto permanente con la dirección general de Emergencias y con la Conselleria de Medi Ambient del Govern. En este sentido el equipo de socorristas desplegados en las playas de Formentera, con especial atención a los que se encuentran en la parte de Migjorn, han sido alertados y han iniciado un plan de seguridad con permanentes salidas por el litoral para comprobar si aparecen más carabelas portuguesas.

Un conocido pintor de la isla descubrió hace casi una semana un ejemplar de esta medusa en la playa de Migjorn, en las proximidades de un kiosco, y sin ser entendido en la materia intuyó que era un ejemplar inusual, por lo que se puso en contacto con el Consell.

Al parecer ha habido media docena de avistamientos de ejemplares de carabela portuguesa en Migjorn, Cala Saona y cerca de Punta Pedrera. No es un ejemplar único sino que en una gran bolsa que se hincha como un globo (que puede llegar a tener más de 40cm de diámetro lo que la hace muy visible) que flota en la superficie, pueden llegar a agruparse diversos individuos de la misma especie que viajan de forma conjunta. En algunos casos los filamentos pueden llegar a los 30 metros de longitud.

El conseller de Mobilitat del Consell d'Eivissa, Albert Prats, explicó que este tipo de medusa, pese a ser poco frecuente en el Mediterráneo, sí que ha aparecido ya en alguna ocasión. «No tiene por qué ser mortífera, aunque depende de si al que le pican tiene una alergia o no o es un niño o un adulto», especificó Prats, que indicó que están en contacto permanente con el Govern y el Imedea por si se produce alguna novedad más. De todas formas, Prats recalcó que este tipo de medusa no ha sido avistada en ninguna playa de Eivissa y no quiso crear alarma porque indicó que en el mar siempre haypeligros.

Desde la dirección general de Pesca del Govern confirmaron la aparición de varias medusas de este tipo en las Pitiüses.