Tras correr en círculo, alumnas y profesora hicieron estiramientos en la tela de colores.

A todas les gusta la música y sobre todo bailar. Las pequeñas Alexia, Judith, Clara, Arwen y Aitana, de dos y tres años, acuden los martes y jueves a las sesiones de introducción a la danza de la escuela de baile Paso a Paso. «Son clases más bien lúdicas, pero muy instructivas porque al mismo tiempo que lo pasan bien aprenden disciplina, prestan atención y aprenden a controlar sus movimientos en un espacio determinado», explica Sabrina Trevisano, profesora de ballet y moderno que se encarga de dirigir a estas pequeñas bailarinas. «Decidí apuntarla porque le gusta mucho la música y siempre que escucha algo se pone a bailar. Y sobre todo porque se lo pasa muy bien con sus compañeras», explicó Maite, mamá de Alexia, que miraba por la ventana el desarrollo de la clase con Sandra, tía de una de las niñas, y Àngeles, también mamá, quien añadió: «Yo la apunté porque aquí aprende mucha disciplina».

Con canciones infantiles como Bajo el mar o El Rey León, las alumnas utilizan cintas, globos y telas de colores para seguir los pasos que les marca la profesora. «Ahora corremos en círculo aguantando la tela y cuando cuente hasta tres nos metemos debajo», explicaba en la clase de ayer Sabrina a sus pequeñas aprendices de la danza, quienes siguieron sus instrucciones con alegría y una gran sonrisa. En estas clases, la imaginación tiene un papel importante, pues las alumnas improvisan coreografías. «Más hacia el final, cuando ya les cuesta mantener un poquito la atención, les dejo que bailen como quieran», puntualizó la profesora. Con los ejercicios consiguen además mucha flexibilidad y coordinación de movimientos para en un futuro quien sabe si continuar sus pasos profesionalmente en el mundo de la danza.

María José Real