El presidente del Consell, Xico Tarrés, garantizó ayer que la nueva depuradora de sa Coma no se construirá al lado de la carretera que une Eivissa con Sant Antoni porque nunca han querido que se haga allí y porque además «no cabe», porque necesita un espacio de tres hectáreas.

Tarrés se refería así a las 500 firmas que han presentado los vecinos pidiendo que la planta no se construya en sa Coma o, si tiene que ser allí, que se edifique sobre el antiguo campo de tiro, que es la zona más alejada de los núcleos habitados. Estas firmas se presentaron tras ver un mapa en la prensa en el que se situaba la planta junto a la carretera.

«No me parece normal que haya gente que esté removiendo y confundiendo a los ciudadanos», dijo Tarrés, que señaló que en ningún momento han dicho que la planta se fuera a hacer al lado de la carretera.

Además, se mostró sorprendido por las palabras de los alcaldes de Santa Eulària y Sant Antoni, quienes respaldaron esta semana a los vecinos. «A Santa Eulària y Sant Antoni se les explicó que primero hay que ubicarlo todo», expresó Tarrés, que indicó que no sabe si es que «hay una guerra». «Si hay algún ayuntamiento que está en contra que venga a la comisión que se ha creado y que lo diga, pero es que no estaba pensado ubicar la planta junto a la carretera porque además es que ni siquiera cabe», añadió el presidente, que indicó que los técnicos están analizando cuál es el mejor lugar para colocar la planta.

Respecto a la posibilidad de situarla en el campo de tiro, indicó que escucharán del criterio de los técnicos. «Que estudien qué lugar es el más conveniente», dijo Tarrés, que quiso así tranquilizar a los vecinos.

«Agua limpia»

El presidente del Consell también quiso remarcar que con la nueva depuradora se hará un tratamiento terciario de las aguas residuales, con lo que éstas podrán ser reutilizadas. Por eso, consideró injustificadas las críticas del PP sobre los olores que habrá en ses Feixes de Talamanca cuando se traiga el agua desde la depuradora. «Esta agua está limpia, no para beber, pero sí para utilizar para esto», explicó Tarrés, que indicó que esta obra no tiene gran complicación porque se trataría de verter el agua junto a Sa Coma en un torrente que llega hasta Talamanca.