La piscina municipal de Can Misses cerró ayer por la tarde y permanecerá así durante un periodo de diez días. El Ayuntamiento de Vila explicó ayer que se ha tomado esta decisión después de la última avería en las bombas de calor, lo que ha provocado un problema grave de condensación. «Esto hace que la instalación no esté, a día de hoy, en unas condiciones óptimas para nadar», explicaron ayer desde el Consistorio.

De momento se ha intentado advertir telefónicamente al máximo posible de usuarios. Cuando acaben los trabajos de reparación también se les avisará por el mismo método.