Una decena de padres y madres que «asistían» y «llevaban» a sus hijos a una casa privada de Santa Eulària denunciada como guardería ilegal han querido negar públicamente la denuncia realizada por una de las madres que terminó con la clausura de la vivienda. Este grupo de padres y madres, que además afirman ser «amigos», quisieron explicar que la casa clausurada no era centro infantil ilegal sino «un punto de encuentro para padres e hijos» en el que se ayudaban mutuamente a cuidarlos.

«Somos amigos entre nosotros y como todos tenemos que trabajar nos ayudamos», explicó uno de los padres, Merlin Trepte, que negó que allí se cobraran cuotas y que los niños estuvieran descuidados. «Como mínimo siempre había tres de nosotros a cargo de ellos y no pagamos cuotas sino que entre todos aportamos y compramos cosas como libros o juguetes», apuntó.

Según Trepte, la denuncia de la madre que llevó al cierre de esta casa fue provocada porque su niño no había encajado en el grupo y había tenido algún que otro problema con los otros pequeños, por lo que le pidieron que no lo trajera más a la casa.

En este sentido, Trepte negó también que el pequeño hubiera aparecido a 20 metros de la carretera principal, tal y como había denunciado la madre. «Es mentira, como también es mentira que no sea un lugar seguro y la Guardia Civil lo pudo ver. La piscina está vallada, los enchufes cubiertos y muchas cosas más que cuidamos para que nuestros hijos estén bien», apuntó este padre, que destacó que ésta es la solución que encontraron ante la falta de plazas de guardería. «He estado un año esperando, por eso no podemos comprender cómo alguien puede hacer esto. Todos estamos intentando sobrevivir en esta isla, trabajando muchísimo y habíamos encontrado este sitio para ayudarnos entre amigos», concluyó.

Los padres se conformarán en una asociación, según Trepte, «para evitar tener más problemas de este tipo». Por otra parte, cabe destacar que la Guardia Civil ha tomado declaración tanto a la dueña de la casa como a dos personas más y que ha imputado a la responsable de la casa por intrusismo profesional.