La matriculación de vehículos en las Pitiüses mantuvieron el pasado mes la senda negativa iniciada en 2008 y que llevó a acabar el año con sólo un millar de unidades matriculadas, un descenso del 33,6% respecto a 2007. El arranque del presente año ofrece unos guarismos aún peores y el descenso en el volumen de ventas se situó en el 38,73%. En total, en el mes de enero, se matricularon tan solo 106 vehículos, 67 menos que en el mismo mes del pasado ejercicio, según los datos de la Asociación Empresarial de Automoción de Eivissa y Formentera (AEMA).

Año de caída aunque se espera un cambio AEMA reconoce que los datos son «considerablemente deficitarios y más cuando las previsiones son del orden de un 4% de descenso medio comparado con 2007». «Aunque es pronto para hacer valoraciones, los indicios durante el primer semestre no son esperanzadores», añade la asociación, que prevé «una ligera recuperación a partir del segundo semestre, aunque difícilmente este año podremos evitar que también sea deficitario».

El comportamiento del principal segmento de mercado, el de los vehículos particulares, apunta a un descenso algo menor que el conjunto pero no parece que pueda compensar los niveles de caída de los vehículos comerciales ni de las flotas de alquiler. La venta de turismos y otros coches para particulares se quedó en 90 unidades, 34 menos que en enero de 2007, lo que representa 'únicamente' un 27,42% de caída.

La reducción proporcional más suave en este campo contrasta con la violenta caída de los vehículos comerciales, que han pasado de 40 hace 12 meses a sólo 16, tres veces menos.

Si esta cifra es llamativa, no lo es menos el hecho de que los 'rent a car' no renovaran en los concesionarios de las Islas ni uno sólo de sus vehículos. El dato por si solo no tiene un valor altamente indicativo puesto que el pasado año se matricularon sólo 10 vehículos y la renovación de las flotas de alquiler puede producirse en los meses inmediatos al inicio de la temporada. Aisladamente, la cifra de caída de las flotas comerciales para el préstamo no es relevante, pero unido al resto de datos de matriculaciones y al clima económico general, supone un peldaño más en el hundimiento del sector de los concesionarios.