La Conselleria d'Educació del Govern confirmó ayer que no hay relación entre la grieta aparecida en Sant Jordi con los problemas del colegio Can Raspalls, que está colindante al centro sociosanitario.

«Los problemas que hay en Can Raspalls son de ejecución de obra, que estamos solucionado, y es diferente a que haya problemas estructurales»», dijo ayer el responsable del Instituto de Infraestructuras Educativas y Culturales (Ibisec), Francisco Fernández Terrés. De hecho, técnicos del Ibisec inspeccionaron el centro educativo cuando se detectaron las grietas antes de Navidad y la semana pasada, concretamente el viernes, volvieron de nuevo a comprobar, tras ponerse en contacto con los técnicos del Consell d'Eivissa, que no eran problemas estructurales las deficiencias detectadas en el colegio de infantil y primaria. «El edificio no padece ninguna patología que tenga que ver con lo que está sufriendo en la residencia de Sant Jordi», añadió.

El responsable del Ibisec aclaró que los problemas del colegio de Can Raspalls «son de ejecución de obra» por lo que han pedido a la empresa constructora que arregle las deficiencias «pero eso no tiene que ver con que hayan movimientos diferenciales en el subsuelo o corrimientos», puntualizó.

Ante el estado del colegio, el Ibisec instó a la empresa constructora, Dragados, a que lo reparara y, en el caso de que se negara, se incautaría el aval para que arreglara las deficiencias. «La empresa está dispuesta a arreglar las deficiencias, reconociendo que no estaba bien ejecutada y pidiéndonos un pequeño plazo, en el que estamos ahora, para reparar lo que estaba mal hecho», explicó el responsable del Ibisec.

La construcción del colegio Can Raspalls es un proyecto de la anterior legislatura. Tanto los padres como el actual equipo de gobierno de Sant Josep han pedido a la Conselleria d'Educació que arregle las deficiencias de este centro, uno de los últimos construidos por la administración educativa en Eivissa.