El presidente del Consell, Xico Tarrés, se ha reunido esta semana con los consellers del PP Pere Palau y José Torres para explicarles el proyecto de sa Coma y conseguir un consenso respecto a las instalaciones que se deben poner en marcha allí. La intención de Tarrés es alcanzar un acuerdo respecto a lo que hay que hacer en este terreno porque se trata de un proyecto a largo plazo, que tendrá que desarrollarse en varias legislaturas, cuando quizás ya no gobierne el PSOE-ExC. De hecho, desde el Consell calculan que no estará todo construido hasta dentro de diez o doce años. «Lo que no queremos es dejar algo a medias y que los que vengan quieran hacer otra cosa porque no hay que tirar dinero ni esfuerzos», explicó Tarrés, que indicó que el PP quiere debatirlo en el seno del partido antes de dar una respuesta.

El líder de la oposición, Pere Palau, explicó que estuvieron hablando del proyecto y la primera impresión que tuvieron es que el uso que se les quiere dar a los terrenos es correcto. «De todas formas, escucharemos dentro del partido a los diferentes ayuntamientos, a ver cuáles son las necesidades de los colectivos de los deportistas», explicó Palau, que sólo ve una dificultad y es que no será fácil encontrar suficiente financiación. «Las instalaciones son necesarias pero muy costosoas, y el Consell no tiene capacidad para llevarlas adelante, por lo que el Govern y el Gobierno central tendrán que dar el callo y pagar, porque de lo contrario puede ser un proyecto muy ilusionante pero inviable», matizó el portavoz del PP en el Consell.

Palau recordó que se habla de instalaciones que cuestan mucho dinero, como piscinas para profesionales, polideportivos, campos de fútbol y circuitos para motos y otros vehículos.

«No seremos nosotros quienes pongamos trabas a un proyecto que es necesario y puede ser de utilidad, pero vemos la pega de que será difícil conseguir suficientes recursos», explicó el líder del PP, que indicó que Eivissa «se merece» unas instalaciones así y una inversión fuerte por parte de la administración autonómica y central.

Lo que sí criticó Palau es la forma de compra de estos 500.000 metros cuadrados de terreno, que le cuestan al Consell 24 millones de euros, porque recordó que en otros lugares se están desafectando instalaciones militares que pasan a la Administración autonómica como cesión y sin desembolsar dinero. «A lo que cuesta la compra hay que sumar una inversión muy importante para construir todo lo que hay previsto», explicó el líder del PP, que auguró que esto se puede convertir en un «segundo castillo». Palau tampoco se fía de que haya dinero suficiente para la compra, porque es algo que «habrá que luchar cada año».