Salvar los muebles

Durante las primeras sesiones los alumnos conocieron algunos aspectos teóricos básicos sobre esta materia con la que un mueble que encontramos en la calle puede pasar a formar parte de nuestro hogar. Las sesiones de Poggio no se centran en la restauración normal (a grandes rasgos limpiar, lijar y barnizar) porque persiguen conseguir la expresión más artística de sus alumnos: «El objetivo es reciclar muebles, usarlos casi como si fueran un lienzo para más tarde reutilizarlos. Si hay quien prefiere dibujar puede dibujar una vez esté pintado el mueble. También hay plantillas para hacer algunos diseños porque no a todo el mundo se le da bien dibujar». Al tratarse de un curso de tres semanas, cada alumno deberá restaurar dos muebles. Según explica la profesora el primer paso es limpiar bien la mesita, la lámpara o la mesa a la que se quiera dar un segundo uso. Posteriormente se debe lijar bien la superficie para dejarla apta a la pintura y examinar si existen deformaciones producidas por golpes.

Otro paso previo muy importante es tapar los agujeritos que pueda tener la madera con masilla para conseguir la uniformidad en la superficie que posteriormente se tratará. Según cuenta la profesora existen tres técnicas básicas en la restauración artística de objetos: «La primera de ellas es pintar, también se puede hacer un collage con pequeños trocitos de tela o cartón y podemos optar por pintar con una tinta para madera transparente con la que se aprecia la textura de la madera (la otra cubre y no podemos ver la textura de la madera)». Así, los alumnos aprenden también a hacer sus propios colores a partir de una base blanca a la que añaden polvos de diferentes pigmentos con los que se mezclan para obtener más tarde la tonalidad que buscan. Las clases tienen lugar los lunes, miércoles y viernes de las 19'00 a 21'00 horas.

María José Real