El Govern plantará casi un centenar de árboles para regenerar los terrenos de sa Coma en los que se ubicaron temporalmente las plantas de asfalto y hormigón que dieron servicio a la construcción de las autovías. La instalación de hormigón dejó de funcionar en julio de 2007 y actualmente está ya totalmente desmantelada, igual que la planta asfáltica, de la que todavía queda la torre, según un informe de la Conselleria d'Obres Públiques. La que todavía está en el terreno es la planta de suelo-cemento, de la que se ha retirado el grupo electrógeno.

Además, buena parte de la zona, que está vallada, todavía tiene numeroso material de obra que será retirado paulatinamente, según la Conselleria d'Obres Públiques.

Recuperación

En su día, los vecinos exigieron al Govern que volviera a dejar la zona en su estado original para retirar un pleito que mantenía la planta asfáltica precintada por el juez. Desde el Ejecutivo autonómico ya se está dando cumplimiento al acuerdo.

Para devolver la zona a su estado original se tiene que restituir geomorfológicamente el terreno y plantar los árboles preexistentes. Por eso la primera fase consiste en el extendido de una capa de tierra vegetal y en el labrado de la tierra apelmazada por el paso de la maquinaria. «El terreno debe quedar en dondiciones idóneas para la plantación», explica el documento de la Conselleria.

Esta primera fase ya se ha empezado a acometer y también se ha procedido a restaurar algunos bancales con la construcción de muros de pedra seca.

Para restaurar la vegetación, los técnicos han utilizado fotografías aéreas anteriores a la instalación de las plantas que suministraron a la carretera. En la parcela había almendros y algarrobos. Por eso ahora se plantarán un total de 95 árboles: 52 algarrobos y 43 almendros distribuidos en hileras.

Los almendros serán de Eivissa, pertenecientes a la variedad fita, de floración tardía. Todos los ejemplares deberán ser plantados en épocas favorables y se les deberá suministrar riegos de enraizamiento durante el primer año.

La recuperación paisajística de la zona se debe llevar de acuerdo con la propiedad de la parcela y con el compromiso adquirido con la Comissió balear de Medi Ambient.

El proyecto prevé la extensión de tierra vegetal y el labrado de algunas zonas que puedan haber quedado dañadas por el paso de maquinaria pesada. También se reconstruirán los muros de piedra, algo en lo que ya se ha empezado a trabajar.