Más de 600 personas han necesitado este verano de asistencia sanitaria en las playas de Sant Antoni de Portmany, donde se registraron un total de 1.229 picaduras de medusas en los meses estivales.

Según han explicado ayer en conferencia de prensa el concejal de Medio Ambiente de la localidad, Juan Linde, y la responsable de la gestión de playas, María José Sánchez, este año ha disminuido en gran medida las asistencias sanitarias por heridas gracias a la campaña realizada en la temporada anterior para prevenir el uso de cristal en playas.

En todo caso, han predominado los cortes, heridas por caídas en zonas rocosas e incidentes en carreteras cercanas a las playas.

Sánchez ha destacado también el incremento de apoyo de la Policía Local debido a la acumulación de grupos de jóvenes a primera hora de la mañana en la playa de Caló des Moro. Respecto a los niveles en banderas izadas, han predominado las banderas verdes, que han estado presentes 847 veces, y las amarillas, con 29 durante la temporada, según Sánchez, quien ha explicado que no ha habido ninguna bandera roja.