La defensa de Albert Prats ha presentado un recurso ante el titular del Juzgado de instrucción número 1, Juan Carlos Torres, porque considera un «auténtico absurdo procesal» que este magistrado haya admitido a trámite una querella de Stella Matutes contra el conseller Albert Prats por atentado a la autoridad, coacciones y alteración del orden público. Es por esta querella por la que el juez ha imputado al conseller.

Por un lado, la defensa de Prats recuerda que la manifestación que se produjo en Sant Jordi el 23 de abril de 2006, en la que se basa Stella Matutes para acusar a Prats, ya fue tratada en los Juzgados, concretamente por el Juzgado de Instrucción número 2, que decidió archivar inmediatamente el caso tras recibir el atestado. Tampoco el Ministerio Fiscal consideró necesario seguir investigando.

De hecho, el recurso considera que ni el material periodístico aportado ni las fotografías acompañadas por los Matutes eran, ni tan siquiera indiciariamente, susceptibles de conllevar la admisión a trámite de la querella. Aseguran que Stella Matutes expone hechos inexistentes y juicios de valor falsos e infundados. Por eso, los letrados de Albert Prats creen que la querella obedece a la intención de Abel y Stella Matutes de evitar declarar como imputados en la denuncia que interpuso el conseller en los Juzgados por calumnias porque el ex ministro le comparó con «un mico» y la ex consellera del PP dijo que había intentado agredirla. También alegan que padre e hija buscan «politizar» el procedimiento.

El recurso argumenta asimismo que todo el procedimiento debería ser «nulo» porque el juez Torres, «en un extraño proceder procesal», no les ha dado traslado de dos decisiones judiciales previas sobre este caso, lo que les genera indefensión. En concreto, se refieren a que el magistrado pidió abstenerse en este caso porque su pareja trabaja a las órdenes de Albert Prats en el Consell. Sin embargo, la Audiencia le obligó a coger el caso pese a que en otra ocasión no hizo lo mismo. Los letrados de Prats consideran que corresponde la abstención del juez y no descartan la presentación de recusación.

Además, el recurso considera que el magistrado ha cometido un «auténtico absurdo procesal» porque durante la manifestación del 23 de abril estaba de guardia el Juzgado de Instrucción número 2, por lo que lo más lógico es que volviera a caer en él. Además, la querella de los Matutes se debería acumular en el número 2 con la que ya interpuso Albert Prats. Por ello consideran que el juez Torres podría haberse ahorrado la solicitud de abstención a la Audiencia, porque era «totalmente innecesaria».

Por último, la querella interpuesta por Matutes «no puede servir de instrumento para suspender o dilatar el procedimiento» por calumnias en el que están imputados Abel y Stella Matutes. En definitiva, consideran que la querella de Matutes ofrece una «descripción trucada y tergiversada de la realidad fáctica». «Bien podría calificarse esta maniobra maliciosa de fraude procesal, no pudiendo ser el poder judicial cómplice de este tipo de triquiñuelas procesales», añade el recurso.