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P. CANDIA/V. MALAGÓN

El empresario S.P.J., imputado en la 'operación Scala', que investiga una supuesta red de corrupción en el Consorci per el Desenvolupament Econòmic de les Illes Balears (CDEIB) en la anterior legislatura, declaró ayer ante la juez instructora que pagaba comisiones a la ex gerente Antònia Ordinas «en mano y en metálico» por los trabajos que él realizaba.

S.P.J. afirmó en la vista celebrada ayer, en la que estuvieron presentes el fiscal anticorrupción Pedro Horrach y los abogados de las partes, que fue víctima de una «extorsión» en el CDEIB, y que se sintió «atropellado» cuando la propia Ordinas le comunicó que tenía que pagar un «peaje» si quería seguir realizando informes para el CDEIB.

Según el empresario pagaba el 40% del importe total de lo que cobraba. «Si quieres seguir trabajando para nosotros tienes que pagar ese peaje. Si aceptas, tengo muchos más trabajos para ti», le dijo Ordinas, según relató ayer en el Juzgado de Instrucción 4 de Palma.

Amistad

S.P.J. añadió que contactó con el CDEIB en 2003 por la amistad que tenía con el ex director de Promoción Industrial de ese organismo Kurt Viaene (actualmente en prisión, al igual que Ordinas y su esposa, Isabel Rosselló).

Explicó que en los cuatros años en los que estuvo entregando dinero en sobres (el 40% de lo que facturaba), al menos en dos o tres ocasiones estuvo presente Viaene.

Según el empresario, rompió sus relaciones con el CDEIB al finalizar la pasada legislatura, y que para él fue «un descanso», ya que «la primera vez (que pagó el 40% de lo que cobró) fue una extorsión, y después, seguí trabajando con presión, algo que fue un claro error de mi parte», señaló.

Ayer también declaró en calidad de imputado Arnaldus Mateo Van der Hurk, socio de Felipe Ferré, familiar de Jaume Matas, concejal de Lloseta expulsado por el PP, dijo que tenía «mucha presión» durante el viaje de promoción de Balears en China, ya que «conocía» las contraprestaciones que había que realizar. Entonces, «no aguantó más» y abandonó. Al ser preguntado por Gaspar Oliver, abogado de Viaene, si su cliente le había exigido alguna vez comisiones, respondió que no. También subrayó que el ex conseller de Comerç, Josep Juan Cardona, le conocía como «Arnold» y que coincidieron en California, China y Japón.