Una madre realiza varias caricias a su bebe mientras masajea el rostro. Fotos: MARCO TORRES

Los masajes son sumamente beneficiosos tanto para el que los da como para el que los recibe, y sobre todo si estos últimos son bebés. Antonia Cardona es terapeuta en psicomotricidad infantil, entre otras cosas, y ella es la encargada de impartir este curso de masaje infantil. Éste consiste en cinco clases, los viernes por la tarde, en el que de una manera práctica se les explica a los padres todos los ejercicios para que ellos puedan aplicar estos masajes en su propia casa.

«La posición más apropiada para el bebé es sobre vuestras piernas y de cara a vosotros porque así se mantiene el contacto visual», explicaba Antonia Cardona a los nueve padres que acudieron ayer a este curso. El procedimiento es sencillo ya que se trata de hacer el masaje dedicándole especial atención a cada parte del cuerpo. Cabeza, cara, pies, piernas, torso y así hasta aprender a hacer un masaje completo.

El mecanismo para hacer el masaje al niño es primero, colocarlo en una posición en la que esté cómodo. Después, la persona que le vaya a dar el masaje debe despojarse de anillos, pulseras o relojes ya que estos objetos pueden arañar la piel del bebé. El paso siguiente es comenzar a masajear suavemente cabeza y cara, siempre manteniendo el contacto visual con el pequeño. La presión que se debe ejercer sobre la piel debe ser valorada por los padres, pero debe ser los suficientemente fuerte para que el niño sienta este estimulación corporal.

N. Salazar