El conseller de Mobilitat, Albert Prats, deberá declarar como imputado el 14 de noviembre como consecuencia de una querella que interpuso la ex consellera Stella Matutes contra él acusándole de atentado a la autoridad, coacciones y alteración del orden público. Los hechos se remontan a las fiestas de Sant Jordi de 2006, cuando Prats era antiautopista y acudió a una protesta en la que, según Matutes, intentó agredirla.

En principio eran Stella Matutes y su padre, el ex ministro Abel Matutes, los que debían declarar como imputados por un delito de injurias y calumnias del que les acusaba Prats. La querella del conseller venía motivada porque el ex ministro le comparó con un «mico» y porque tanto él como su hija dijeron que Prats había intentado agredir a la ex consellera durante las fiestas de Sant Jordi.

Sin embargo, los Matutes no llegaron a declarar porque el mismo día que estaban citados interpusieron una querella, que fue admitida a trámite por el Juzgado de Instrucción número 1 de Eivissa, cuyo titular es Juan Carlos Torres. Pese a que el magistrado quiso abstenerse en esta causa, finalmente la Audiencia le ha obligado a instruirla y fruto de ello se ha llamado a declarar a Albert Prats como imputado para delimitar si se produjeron los delitos de atentado a la autoridad, coacciones y alteración del orden público.

El mismo día en el que Prats acuda a los Juzgados también deberán comparecer como testigos el ex presidente del Consell Pere Palau, el ex capitán de la Guardia Civil Fructuoso Jiménez y el teniente de alcalde Joan Pantaleoni, además de varios periodistas que estuvieron presentes en las fiestas de Sant Jordi. Asimismo deberá declarar Stella Matutes en calidad de querellante.

El día en el que los Matutes interpusieron la querella contra Prats, el propio Abel Matutes explicó a los periodistas que no llamó «mico» a Albert Prats y sólo utilizó el sustantivo 'energúmeno' que, según el ex ministro «viene del verbo energo, energía, y dícese de aquellas personas que utilizan mucha energía en sus manifestaciones o que son muy exaltados». También aseguró que sólo comparó las actuaciones de Prats saltando de árbol en árbol «con las de un mico».

Ni Stella Matutes ni Albert Prats quisieron ayer hacer declaraciones respecto a este auto del juez.

En su día la defensa de los Matutes anunció que contaba con gran cantidad de fotografías (40 ó 50) de los hechos de Sant Jordi que tenía previsto entregar al juez y que eran «muy expresivas». Ahora, el magistrado ha admitido a trámite la querella precisamente en base a la amplia documentación entregada por la defensa de Stella Matutes. En la querella se adjuntaron también numerosos documentos y artículos sobre el conflicto de las carreteras.