esde que empezó la carrera de Odontología en la Universitat Internacional de Catalunya (UIC), la ibicenca Alba Ramón tuvo claro que antes de que acabara sus estudios superiores haría un proyecto de voluntariado. Acabó primero, segundo, tercero y ya en cuarto curso hizo prácticas en una clínica de Barcelona. Poco después supo que era el momento de marcharse a algún país lejano. «Un amigo me dijo que el año pasado estuvo haciendo un voluntariado con Dentistas Sin Límites (DSL) y quedó realmente encantado con la experiencia. Estuve mirando los proyectos que tenía esta organización y finalmente me decanté por el de Laos porque sabía que era un país muy bonito y realmente era el que mejor me iba por las fechas». Así, el 21 de agosto Alba y sus 29 compañeros de profesión de toda España llegaron a Vang Vin, un pequeño pueblo situado a cinco kilómetros de la capital de Laos, Vientián. «Allí vivíamos en una especie de granja en la que había diferentes cultivos, sobre todo de moreras, que es uno de los productos que más abundan por allí. La verdad es que comíamos bastante bien», afirma Alba. Los profesionales allí desplazados se dividían en diferentes grupos de trabajo que cubrían varias zonas de acción por el norte, sur, este y oeste. El trabajo que Alba y sus compañeros desarrollaron consistía básicamente en hacer extracciones de dientes y establecer un protocolo de higiene bucal: «Se trata de una zona muy rural en la que a lo mejor los campesinos trabajaban el campo, se llevaban la mano a la boca y de ahí salía una infección». En este sentido, los problemas bucales que más detectaron fueron las caries y las infecciones: «La higiene era bastante escasa», puntualiza la ibicenca. Tres semanas después, y con más de 1.500 extracciones realizadas, Alba regresó a Eivissa, donde recuerda con mucho cariño su experiencia: «Siento que he hecho algo muy especial porque he trabajado de lo que será mi profesión, he ayudado a gente sin recursos y he conocido uno de los países más bellos del planeta». Para ella lo más gratificante ha sido el agradecimiento de la gente: «Muchos me decían 'te invito a comer' después de quitarles una muela, por ejemplo. Había personas incluso que caminaban durante tres días para llegar a donde estábamos nosotros; los veía llegar exhaustos y aún así tenían ganas de estar contigo y mostrar todo su agradecimiento después». La joven ibicenca recuerda ahora con cariño la convivencia con el resto del grupo: «Realmente éramos todos como hermanos, una gran familia». Echando la vista atrás, ella lo tiene claro: «Repetiría la experiencia sin pensarlo. Al principio tenía miedo, pero realmente no hay motivo. De hecho no descarto hacer otro proyecto de similares características».
María José Real
D
La asociación Dentistas Sin Límites (DSL) desarrolla proyectos de salud bucodental en los países más desfavorecidos que no pueden acceder a estos servicios sanitarios. Esta asociación sin ánimo de lucro está integrada por profesionales del campo de la odontología y estudiantes que se forman en esta materia. La organización DSL está presidida por el doctor Francisco Rojas, que colabora desde 1998 como coordinador de proyectos de cooperación con la Ong española Dentistas Sin Fronteras. DSL desarrolla sus proyectos con grupos de trabajo, que se reparten por diferentes zonas del país al que están destinados. Este año han desarrollado sus labores en Laos, Nicaragua y Madagascar. Más información en www.dentistassinlimites.es.
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