Antich bromea con una de las mujeres vestidas de la manera tradicional.

El president del Govern, Francesc Antich, viajó ayer por la tarde a Santa Eulària, junto a su conseller de Turisme, Francesc Buils, para participar en la presentación internacional del Palau de Congressos d'Eivissa. El dirigente balear trajo buenas intenciones, peticiones de consenso y colaboración y promesas de trabajo y dedicación para conseguir que la segunda fase de la instalación se haga realidad lo antes posibles. Pero en la cartera de Antich no figuraba ninguna promesa, algo tangible, respecto a la financiación para la segunda etapa de la instalación que debe servir para abrir Eivissa a una nueva y prometedora vía de negocio: el turismo de congresos y eventos.

«Xico Tarrés ha dicho que debemos huir de la disputa política y yo estoy de acuerdo con él. Este proyecto demuestra la voluntad de continuar con el trabajo hecho y sumando con lo que otros han hecho antes», afirmaba el president desde la tribuna de oradores. «Seguiremos trabajando en esta línea, por eso desde todas las instituciones, caminaremos juntos para sacar adelante la segunda fase, sabiendo que eso no estará exento de dificultades. Entre todos haremos los esfuerzos necesarios para sacar los fondos de donde sea. Haremos todo lo posible y cogeremos por las solapas a quienes tienen la responsabilidad en el Estado para lograr el dinero para hacer realidad este proyecto», añadió.

Antes de Antich, el conseller Buils ya había dejado claro que «no se dejará de buscar soluciones» para conseguir los 36 millones en los que está presupuestada la segunda fase del Palau y que están integrados dentro de las partidas de financiación autonómica adicional que se están negociando con Madrid. «No es fácil encontrar recursos», añadió el conseller, dejando claro que la posibilidad de que el Govern adelante los fondos para no retrasar «la mejor infraestructura de las que se iniciaron en la legislatura anterior», como calificó Buils al recinto de Santa Eulària.

Dejando de lado la financiación del Palau, el discurso de Buils fue el menos retórico y el más concreto de los que se pudieron escuchar ayer por la tarde. En su intervención, el responsable balear de Turisme anunció que el Plan Estratégico Balear de Promoción, también conocido como Plan de Márketing, «estará listo en menos de un mes» y aseguró que el documento «permitirá seguir siendo líderes en el sector de turismo convencional y pronto nos permitirá serlo en otros segmentos».

Márketing y plazas ilegales

Buils también aprovechó la ocasión para dirigirse directamente a los empresarios hoteleros, aprovechando quizás que el presidente insular Juan José Riera se encontraba entre el público, para defender la propuesta del Govern para legalizar plazas turísticas a cambio del pago de un canon de 4.300 euros. Ante el rechazo de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera, que esta es una «oportunidad histórica para soltar lastre y mejorar, oportunidad para invertir en futuro, sin que esos fondos tengan que ayudar a sufragar cosas mal hechas».

Antes de los discursos de la representación del Govern, fue el turno del alcalde de Santa Eulària, Vicent Marí, y del presidente del Consell, Xico Tarrés.

El primero resaltó el «importante esfuerzo» que ha supuesto este proyecto (la primera fase la sufrago casi en su totalidad el Consistorio) y el beneficio que supondrá para toda la Isla. Él fue quien primero introdujo en su discurso la idea de unidad. «Los ciudadanos nos exigen, lejos de disputas políticas, que estemos a la altura para iniciar nuevos proyectos que movilicen a la industria turística en la temporada baja, favoreciendo el desarrollo de nuevos sectores económicos», defendió.

Por su parte, Tarrés fue el encargado de resaltar que el Palau de Congressos «es un proyecto positivo para el conjunto de ciudadanos de la Isla». También fue el responsable de dar ejemplo de templanza y concordia recordando y elogiando la figura del anterior alcalde de la villa del río, Vicent Guasch, impulsor de la instalación «y al que quizás, en algún momento, le dije que iba demasiado deprisa con este proyecto».

El Palau se convirtió ayer en un 'quién es quién' del mundo dirigente ibicenco. La directora insular, los diputados nacionales, los alcaldes, varios consellers insulares, ediles y representantes empresariales vistieron sus mejores galas.

Antich realizaba una rápida visita a las salas y recibía indicaciones de mano de los arquitectos. Tras descubrir una placa y dar un vistazo a la muestra de actividades tradicionales y de moda adlib, llegó el momento del acto en si.

Dos videos presentaban una recreación del proyecto y resaltaban los atractivos de la Isla. En los discursos, Tarrés colocó un «fotre» tan natural como políticamente incorrecto, amén de desarrollar una teoría sobre la falta de sentimiento balear en Eivissa ligada a las difíciles comunicaciones con Mallorca digna de una tesis doctoral.El espectáculo 'Jazztic' y un coctail cerraron el evento.