El conseller de Infraestructuras de Formentera, Bartolo Ferrer, anunció ayer que los limitadores de velocidad colocados en puntos estratégicos de los núcleos urbanos de la isla, serán sustituidos este invierno por un sistema menos agresivo para los vehículos tal y como solicitaban los profesionales de la carretera. «La idea de este equipo de gobierno era colocar los badenes a principios de temporada en los cascos urbanos para reducir la velocidad de coches y motos que comportan un serio peligro y que ha causado bastantes accidentes - dijo Ferrer-, y aunque no pudimos ponerlos cuando queríamos, lo que sí es cierto es que han cumplido con su función, limitando la velocidad de los vehículos en cascos urbanos».

De todas maneras el conseller de Infraestructuras reconoció que el Consell de Formentera es consciente de que los badenes colocados «son agresivos y que para la gente que vive en la carretera como taxistas, conductores de autobús, transportistas y repartidores, pueden ocasionarles perjuicios importantes en su herramienta de trabajo, el vehículo», pero Ferrer ya avanzó que los actuales badenes no son definitivos y que «este invierno serán sustituidos por otros menos agresivos pero que tendrán la misma eficacia en reducir la velocidad de coches y motos en los núcleos urbanos; los nuevos que se instalarán están colocados en muchas ciudades son elevados, de hormigón, cemento o asfalto y a la vez de reducir la velocidad se pueden utilizar como pasos de peatones».

El conseller indicó que se colocarán en todas las entradas y salidas de los núcleos urbanos de la isla, la Savina, Sant Francesc, Sant Ferran, es Pujols, es Caló y el Pilar de la Mola, además de en la carretera de es Cap de Barbaria antes y después del desvío a Cala Saona. Asimismo, confirmó que en algunos núcleos urbanos habrá más badenes en determinadas zonas como, por ejemplo, a la altura del mercado artesanal de la Mola o puntos que puedan ser de más riesgo o conflictivos.

El proyecto se está ultimando, dijo Ferrer que apuntó a que en poco tiempo podría darse por finalizado aunque, eso sí, no pudo precisar cuál será el coste de los trabajos pero afirmó que no habría problemas económicos para llevar a cabo las obras de manera que antes de que comience la temporada turística 2009 se hayan colocado alrededor de dos docenas de badenes limitadores de velocidad y paso cebra al mismo tiempo en toda la isla.