La construcción ha vuelto a condicionar la evolución de los datos del paro.

S. PARRA / AGENCIAS

La última esperanza que se mantenía para conseguir romper la tendencia negativa del empleo se ha desvanecido y agosto, el mes fuerte de la actividad turística, cerró con 5.362 desempleados en las Pitiüses. Esto supone que las listas del Servei d'Ocupació de Balears (SOIB) aumentaron con 337 desempleados más que en julio, un 6,7% más.

Aunque la lógica indica que con la industria turística y los comercios en su etapa de mayor rendimiento debería alcanzarse la cota de menor desempleo, esta teoría quedaba destrozada el pasado mes, y no era la primera vez. En agosto de 2007 las cifras de paro también registraban un alza del 7,3% respecto a julio y de un 12,7% en el interanual.

Volviendo a los datos de este año, la variación en los últimos 12 meses ofrece un panorama más crudo, con 1.397 personas más sin empleo que hace un año, cuando los parados sumaban 3.965 personas.

Dos factores han sido los determinantes para obtener unos resultados tan críticos. Por un lado, la crisis de la construcción se ha cobrado 333 puestos de trabajo más que en julio y ha situado el número de parados relacionados con esta actividad en 2.225 personas (784 más que hace un año, lo que supone un 54,4% más de parados). Por otro lado, el escaso empuje de la contratación en el sector terciario ha hundido más aún la generación de empleo. En este sentido, el número de desempleados de este segmento alcanzó los 2.783, seis personas más que en julio, pero 452 más que hace un año.

Poniendo la lupa en la hostelería, ésta suma 822 desempleados y sólo logró reducir el paro en 15 personas en julio, mientras que la variación interanual es de 104 personas más en busca de empleo. En el caso del comercio, los datos son aún más desalentadores, con 638 desempleados, 37 más que a 31 de julio y 141 más que a finales de agosto de 2007.

Paralelamente al aumento del paro, el mes pasado se registró un descenso de la contratación. El número de relaciones laborales formalizadas alcanzó las 3.368 en las Pitiüses (328 en la construcción y 2.954 en los servicios), justo la mitad que en julio y 937 menos que hace un año.

Saltan todas las alarmas

La consellera de Treball, Margarita Nájera, aseguró ayer que «saltan todas las alarmas» por la subida interanual del paro de un 40,9% en Balears, pero añadió que la afiliación a la Seguridad Social, que se ha mantenido en el último año, demuestra que la economía de las islas «resiste».

Así lo ha dicho después de que el Ministerio de Trabajo publicara hoy el paro del mes de agosto, que ha experimentado en Balears la mayor subida de todas las comunidades -con 3.613 personas más (9,05%) en relación con el mes anterior-, y se ha incrementado en un 40,9% en el último año, situándose en un total de 43.540 desempleados.

La consellera ha explicado, en rueda de prensa, que con estos datos las previsiones de 60.000 parados del Govern para este otoño serán «un poco peor», aunque no ha facilitado nuevos pronósticos sobre los trabajadores que podrán quedarse en el paro.

La responsable de Trabajo ha señalado que, a pesar de que agosto es el «mes más fuerte» de las islas ya que la «actividad económica está en su apogeo», el incremento del paro refleja que la situación económica afecta a Balears y la economía «en lugar de activarse, se está desacelerando».

La subida del desempleo se ha producido fundamentalmente, según Nájera, en el sector de la construcción -donde se registraron en agosto 2.165 parados más del total de 3.613-, lo que demuestra que ahora se están «pagando los excesos cometidos el año pasado».

El presidente de la Pimeef, Mariano Riera, consideró qyer «un dato preocupante» el incremento del paro «puesto que si agosto va mal, no quiero ni imaginar qué puede pasar en septiembre u octubre, cuando finalicen la mayoría de los contratos de hostelería». El responsable de los pequeños empresarios estima que «se ha demostrado que el sector servicios no puede absorver el paro de la construcción» y apuntó que «el problema es que este invierno puede ser muy duro por lor problemas en la economía y el consumo».