Un grupo de socios del Club de Jubilados y Pensionistas de Cala de Bou ha decidido hacer públicas varias denuncias contra su recién elegida presidenta, a la que acusan de «caciquismo puro y duro, provocación constante y violación de los estatutos». Así lo hacen constar mediante un escrito una veintena de socios de esta agrupación, que celebró por primera vez unas elecciones en abril pero que resultaron «fraudulentas» por lo que debieron ser impugnadas, según señaló la vicepresidenta de la agrupación, María García Boyero: «Después de consultar con organismos oficiales y abogados nos recomendaron resolver el conflicto sin pasar por los juzgados, por eso se realizó una nueva reunión y se acordó por mayoría formalizar una junta directiva en la cuál estaban representadas las dos candidaturas», apuntó Boyero, sobre lo que fue el principio del conflicto debido a que, según señaló, «una vez asumió la presidenta, María Herráez, disolvió la junta y nombró a dedo a nuevos cargos a su antojo; una dictadura en toda regla», sentenció la vicepresidenta quien destacó además que, tras disolver la junta, «Herráez destruyó las actas y redactó unas nuevas para presentar en los organismos oficiales». «También cambió la cerradura en las dependencias municipales, suspendió las fiestas de Patrón y las volvió a a programar para su santo, entre muchas otras irregularidades», enumeró Boyero, quien ya puso esta situación en conocimiento del Ayuntamiento de Sant Josep, el Consell d'Eivissa y de la Federación de la Tercera Edad. Por último, Boyero quiso recordar a la presidenta del club que «su función no consiste en asegurarse comidas y viajes gratis».