El grupo municipal del PP de Vila denunció ayer que el Ayuntamiento ha colocado a un dirigente de la Federación Socialista d'Eivissa como jefe de la brigada de Jardines. Se trata de Bernardo Escalona, hombre de confianza de Carlos Rubio y uno de los testigos que aseguró ante el juez que hubo comisiones en el proyecto Eivissa Centre.

Escalona fue designado en el último congreso del PSOE ibicenco miembro de la Comisión Revisora de Cuentas en virtud del pacto que Carlos Rubio (al que se relaciona con Roque López) alcanzó con Xico Tarrés y que dejó fuera de la Ejecutiva a María Àngeles Leciñena, Antonio Roldán y Pedro Campillo.

Según dicen los populares, la plantilla de la brigada de jardines, compuesta por 19 operarios y dos oficiales de segunda, fue informada en una reunión convocada hace una semana de que los hermanos Escalona -Bernardo y Eric- asumían desde eses momento la jefatura del servicio por «imposición directa de la coalición PSOE-ExC». Al parecer, y siempre según fuentes del PP, ninguno de los dos nuevos designados cuenta con los requisitos necesarios para asumir dicha jefatura, ya que no cuentan con el título B de catalán. Además, la mitad de la plantilla (10 de los 21 trabajadores) tiene mayor antigüedad en el servicio que los dos hermanos, quienes incluso habrían adelantado en el escalafón a los dos oficiales de segunda. La jefatura de brigada lleva aparejada un incremento salarial de 6.377 euros respecto al sueldo neto anual de un operario.

Desde el PP ven estos ascensos «arbitrarios» como un «pago de favores políticos» y «amiguismo» por parte del PSOE, además de una utilización «vergonzosa» de las instituciones públicas a favor de los «socialistas de carnet». También mostraron su sorpresa por el «silencio cómplice» de Eivissa pel Canvi.

Además, los populares califican este hecho de «nombramiento a dedo» y aseguran que ha creado un «lógico malestar» dentro de la brigada de jardines.

Malestar en la brigada

De hecho, uno de los jardineros, que prefirió mantener su anonimato por miedo a represalias, explicó ayer que «es evidente» que estas dos personas «han sido colocadas a dedo» por un «favor político». Este mismo operario explicó que no les parece bien que Bernardo Escalona, que pertenece a UGT, esté además negociando un convenio. «Son demasiadas cosas», añadió este trabajador del Ayuntamiento, que asegura que muchos de sus compañeros están «enfadados» por esta cuestión y porque se les amenazó con contratar a una empresa externa si no mejoran en un plazo de cuatro meses. Diversas fuentes explicaron asimismo que el técnico encargado de jardines y obras ha dimitido de la parte de jardines por éste y por otros asuntos.

El Ayuntamiento de Eivissa explicó estos cambios porque la concejalía de Medi Ambient (dirigida por el miembro de EU Joan Rubio) ha hecho una pequeña reorganización interna de las brigadas «para mejorar su funcionamiento», dividiendo en dos el equipo de trabajo que había hasta ahora. Estos dos grupos tienen ahora una especie de «coordinadores», figura que no supone mejora económica ni laboral y que está por debajo de la del técnico de jardinería, que sigue siendo la misma persona. «No ha habido nombramiento oficial», dicen desde Vila, donde «lamentan» que el PP siga con su «caza de brujas», señalando a todas las personas que tienen una ideología diferente a la suya y «poniéndolas en el punto de mira». «Esta actitud sectaria es intolerable y muy poco respetuosa hacia los trabajadores, a los que no se les pide ni carnet, ni cuáles son sus convicciones».